El Pleno de la Corporación portuense se reunió esta mañana en sesión extraordinaria para debatir sobre el estado de la ciudad que al final acabó siendo un cruce de reproches, reafirmaciones e intervenciones de las que no se sacó nada en limpio, con la excepción de las diez propuestas que presentó el PSOE y que el alcalde, Enrique Moresco, despreció achacando todos los males de España a José Luis Rodríguez Zapatero y José Antonio Griñán. El equipo de Gobierno evidenció su autosatisfacción sin hacer autocrítica, lo que resulta sorprendente cuando Moresco reclama a la oposición lealtad que él no mantiene; participación, que el PP coarta a vecinos y oposición en los debates y empresas municipales, y transparencia cuando no facilita informes ni abre las puertas a comisiones de investigación mientras enmascara su criticable gestión en una crisis económica de la que no se acuerda cuando financia con dinero público actos propagandísticos muy prescindibles.