Dos docenas de toros bravos, procedentes de las ganaderías de Miura, La Quinta, Zalduendo y Daniel Ruiz, ha embarcado hoy en un avión en la terminal de carga del aeropuerto San Pablo de Sevilla rumbo a Lima, donde será lidiados durante la Feria del Señor de los Milagros de la capital peruana.
Marcelo Moreno, delegado de la empresa Cacesa que se ha hecho cargo del transporte de las reses, ha destacado que "este transporte es muy complejo desde el punto de vista logístico", ya que "se trata de una combinación de muchos factores, incluyendo temas veterinarios, permisos, de todo, aglutinar todo eso es complicado".
Moreno ha señalado que su cometido pasa por "contratar el avión, coordinar el equipo veterinario desde la ganadería hasta la llegada al aeropuerto y a partir de ahí controlar el proceso de carga y descarga en el avión".
La empresa no es nueva en el transporte de ganado bravo aunque en esta ocasión, señala Marcelo Moreno, "se trata de veinticuatro toros, estamos hablando de casi veinte toneladas".
Sobre las condiciones que rodean el transporte del animal ha explicado que "el toro va encajonado, tiene su medicación y se le suministran antiinflamatorios y puede aguantar perfectamente las nueve horas del vuelo directo de Sevilla a Lima".
Por su parte, Álvaro Martínez-Conradi, propietario de la ganadería de La Quinta, aludía al carácter histórico de este embarque americano, ya que "es la primera vez que lo hacemos y no sólo es importante para nosotros, lo es para toda la cabaña brava española para abrir las puertas de América".
Antonio Miura, cuya ganadería ya llevó toros a Venezuela en el 2014, ha señalado que "dentro del cajón no preocupa el toro aunque por la experiencia del año pasado me inquieta ver a los animales después de 48 horas encerrados".
"El problema nuestro -según Miura- es el tamaño del cajón para nuestro tipo de toro; el año pasado tuvimos algún problema pero esperemos que este año no se repitan".
El criador sevillano incidió en las expectativas de apertura en el mercado americano para "llevar corridas a la América taurina como antiguamente", porque "desde que el campo bravo americano se surte de vacas de aquí fueron abasteciéndose de su propia cabaña brava jugando con la ventaja de reducir costes en los transportes".