La cita en esta ocasión era el auditorio del Centro Cultural Casa Grande de Ayamonte, lo era de manera especial porque una mujer, Joaquina Vázquez, presentaba su segundo poemario ‘Con la luz de mis ojos’, una obra que es el fruto de unos cuantos años de su creación literaria. Joaquina intentó disimular los nervios en los momentos previos a iniciarse la sesión de presentación. Mirada veloz hacía cada rincón de la sala como buscando a alguien. El poemario cambiando de una mano a la otra indagando el mejor acomodo y el reloj al alcance de la mirada como esperando que sonara la alarma que daba el pitido inicial del acto.
Palabras de presentación del escritor Rúa Nácher, que dio paso de manera continuada a otros poetas de la localidad que leyeron cada uno en su versión más genuina, algunos poemas de Joaquina. Mari Carmen Azaustre con energía, más moderada y cargada timidez Ana Pérez y Manolo Borrero con su voz experimentada y trabajada ante los micrófonos. La autora, se dejó acompañar por las notas arrancadas por Paco Barrera a su violín de principios del siglo XIX, y leyó uno tras otro los romances dedicados a su ciudad y sus gentes, a santos y cantantes al amor y a la vida. A continuación se acompañó de Manolo Ortiz, sustituyendo las cuerdas del violín por las no menos armoniosas cuerdas de la guitarra. Manolo Ortiz la acompañó con ‘Entre dos aguas’ el poema dedicado a Paco de Lucia, o El emigrante’ con el que la autora homenajeaba a Juanito Valderrama. Joaquina arrancó aplausos por esa personalísima manera que tiene de trasmitir sus versos y supo agradecer de manera muy entrañable, cada respuesta del público.
Cristóbal Arcos, su marido, dejó que su garganta se rompiera con algunos fandangos de la tierra o unas sonoras Alegrías. Contó con el acompañamiento a la guitarra de Manolo Ortiz. Y finalmente Gema Martín, concejala de Cultura del Ayuntamiento ayamontino puso el punto y final al acto con palabras de cariño hacia la autora, que mantiene un espíritu joven capaz de servir de ejemplo para muchos.
Un nuevo poemario que pasa a engrosar las filas de los autores locales, en los estantes de una biblioteca que en breve necesitara ser ampliada.