La catarsis interna en la que parece haberse sumido el PSOE desde que se abrieron las urnas del 20D sumó ayer un nuevo episodio en Andalucía. El detonante lo alimentan destacadas voces que, en público, han sugerido abandonar de una vez el acercamiento a Podemos, más aún tras la escenificación del viernes en la que Pablo Iglesias se postuló como vicepresidente y estampó nombres en las futuras carteras ministeriales, una estrategia repudiada por el ala más dura del socialismo como “grosera provocación”.
Ante ese panorama, antiguos pesos pesados como Alfonso Guerra o Felipe González han abogado en los últimos días por una retirada que implicaría dejar gobernar al PP, quizás con C’s, vía abstención socialista. La opción la secundó el martes Fernando Rodríguez Villalobos, presidente del PSOE sevillano, de la Diputación Provincial y de la FAMP. En una entrevista concedida a Onda Luz TV (del grupo Andalucía Información, editor de Viva), abogó por pasar a la oposición y ceder el testigo de la Moncloa al PP, aunque se encargó de subrayar que hablaba siempre “a título personal”.
Tras el revuelo, la línea oficial del socialismo andaluz negó este miércoles la mayor. Su portavoz parlamentario, Mario Jiménez, relegó las consideraciones de ese grupo de notables del partido a “opiniones de militantes que tienen todo el derecho a expresarlas” pero que ni por asomo representan la hoja de ruta del partido.
El debate está pues servido en el seno del PSOE-A, y a apenas dos días de un Comité Federal, el del sábado, en el que en teoría los futuros pactos no saldrán a debate. No se hará, enfatizó ayer Jiménez, porque está vigente la resolución del belicoso cónclave anterior, el del 28 de diciembre. Allí los barones arrancaron a Sánchez un doble compromiso: no rotundo al PP pero también a acercarse a quien cuestione la unidad y la cohesión territorial.
La primera parte de ese axioma da portazo pues a las pretensiones de Guerra, González o Villalobos. Jiménez se aferró al compromiso vigente de “no apoyar, ni por acción no por omisión, un Gobierno del PP”. Ni coalición ni abstención, y dejar que Rajoy fracase buscando apoyos. La duda es saber a qué se refería entonces Juan Cornejo el lunes cuando advertía de que quizás era mejor “la oposición que perder la identidad”.
Del “cante jondo” de Susana a Twitter
El presidente aragonés, Javier Lambán, aboga por aclarar al PP que “tiene que ir a la oposición”. “Susana piensa lo mismo; ella lo interpreta en cante jondo y yo en cante jotero”, aseguró. Menos bromas gastó en Twitter Mario Jiménez al intuir que a Pablo Iglesias le “escuecen los 650.000 votos” de diferencia del 20D tras decir éste que Díaz prefiere que gobierne el PP.