Mientras el cortejo avanzaba por la calle Sacramento se pudo observar los estrenos que esta hermandad presentaba. Además de la talla anteriormente citada, ponían por primera vez en la calle un juego de diez dalmáticas para el servicio de paso y el ropón del pertiguero, realizados y donados por un hermano, así como un medallón con el escudo de la hermandad y el libro de reglas, que se han llevado a cabo en el taller de Emilio Méndez, de Sevilla, igualmente donados por un hermano. A dichos estrenos se unen los encajes para el rostrillo de la Virgen y un traje de brocados valencianos para el Niño Jesús.
La comitiva estuvo formada por medio centenar de personas entre los que se encotraban devotos de la hermandad, niños vestidos de Comunión, representación del Consejo Local de Hermandades y Cofradías de Cádiz, y de las otras dos hermandades radicadas en la Castrense: Expiración y Santo Ángel Custodio.
el recorrido
La Señora salío sobre las 19.40 horas, respondiendo a la primera llamada realizada por Sara Rivas, y a los sones de la marcha Gloria de los Desamparados y Coronación Macarena, interpretadas por la Banda de Música del Nazareno de San Fernando. El paso iba exornado con claveles blancos y orquídeas amarillas.
Nuestra Señora recorrió las calles Sacramento, Sagasta, Ancha, San Antonio, Torres, Cervantes, Zaragoza, Benjumeda, Soledad, Sacramento y de nuevo a su templo. La recogida se produjo en torno a las 23.30 horas.
Pero el momento más especial se vivió sobre las 22.15 horas en la calle Zaragoza, cuando las hermanas de la Cruz acompañaron con sus voces a la Virgen de los Desamparados. Un momento sublime para acabar el mes de mayo.