El diario conservador francés Le Figaro detallaba ayer cómo se preparó en el Elíseo la cumbre del G-20 que debuta hoy en Washington para buscar soluciones a la crisis financiera internacional y a la que finalmente acudirá España gracias al presidente galo, Nicolas Sarkozy, que ha cedido la silla que Francia posee como miembro del G-8 y vencido la resistencia de la Administración Bush frente a la presencia de Zapatero en la Casa Blanca.
Según relata el periódico, la tarea de garantizar la asistencia de España y Países Bajos a la cita de Washington, algo que no querían los americanos, recayó en el consejero diplomático y sherpa de Sarkozy, Jean-David Levitte.
Una vez conseguido, Sarkozy se lo hizo saber a todos sus interlocutores: “He logrado que entren en el G-20 la octava y la decimoquinta economía del mundo. ¡Ahí es nada!”. “Zapatero está encantado. Le ha dicho: Te daré todo lo que me pidas”, narra a Le Figaro un próximo colaborador del presidente francés.
El diario desvela también que la fecha elegida para la reunión no es fruto del azar y tiene una lectura en clave doméstica, porque cuando el pasado 18 de octubre Sarkozy sugirió en Camp David al presidente Bush fijar la cita para el 15 de noviembre ya se sabía que coincidiría con el Congreso del Partido Socialista francés, evento que quedará sin duda eclipsado por la cumbre.
Sarkozy viajó ayer a Washington para que de allí salgan resultados concretos y se aborde la supervisión de los flujos financieros, la regulación de los sueldos de los banqueros e incluso la “refundación” del capitalismo.
Para evitar que la cumbre pase sin pena ni gloria, el secretario general adjunto del Elíseo, François Perol, ha invertido estas dos últimas semanas en mantener constantes vídeo conferencias con sus homólogos de Washington, Bruselas, Berlín o Sidney.
En cuanto a la parte europea, Sarkozy puede contar con un frente relativamente unido y en el Elíseo minimizan las supuestas fricciones con Berlín. “Las relaciones con Berlín son mucho mejores de lo que se dice”, asegura Levitte.
Con Londres se vive una auténtica luna de miel, así que la única línea roja que el equipo de Sarkozy no puede traspasar es la de “sentar a Estados Unidos en el banquillo de los acusados”. Por eso nadie dirá en el Elíseo que la crisis actual es la victoria del capitalismo continental sobre el anglosajón, por más que sea la tesis de buena parte de los consejeros del presidente, empezando por Henri Guaino, artífice de la mayoría de los discursos de Sarkozy.
Pese a ello, hace dos días el mandatario galo se permitió avisar de que el dólar no puede pretender seguir siendo la única moneda del mundo. “Ya no estamos en 1945”, espetó Sarkozy al recibir un premio otorgado por una revista.
En todo caso, el presidente francés es consciente de que no pueden esperarse milagros en ausencia de Barack Obama, a quien el propio Bush ha rechazado invitar a la cumbre pretextando que EEUU tiene un solo presidente.
España invita a la República Checa
España ha invitado a la República Checa, país que tendrá la presidencia de la UE en el primer semestre de 2009, a formar parte de su delegación en la cumbre del G-20.
Fuentes del Gobierno han informado a Efe de esa invitación, realizada por España como miembro participante en la cumbre, y que, tras ser aceptada, permitirá que la República Checa esté representada en las sesiones plenarias de la capital estadounidense por su viceprimer ministro, Marek Mora.
De esta forma, los cuatro puestos que corresponden a España serán ocupados por Zapatero, Solbes, David Vegara y el viceprimer ministro checo.