La diseñadora española Sybilla ha puesto un pie en Miami, donde espera sentar una base para una etapa de su vida en la que está perdiendo el "pudor" de hacer algo que no sea útil, que solo tenga la función de la "belleza o la emoción".
Sybilla Sorondo Myelzwynska, nacida en Nueva York de padre argentino y madre polaca y radicada en España desde los siete años, acaba de estrenar tienda "pop up" en Miami Beach y de hacer el vestuario para un espectáculo del ballet contemporáneo de la coreógrafa Pam Tanowitz.
Ambas cosas están vinculadas al "Distrito Faena", un proyecto del empresario argentino Alan Faena que combina hotel, residencias, un centro comercial y un lugar dedicado a la cultura y el arte, Faena Forum, diseñado por Rem Koolhas y Sho Shigematsu y enfocado en proyectos multidisciplinares y multiculturales desarrollados específicamente para ese espacio.
"Es una ciudad que se está reinventando a sí misma, dando cabida a gente de todo el mundo para contar sus historias", señala la diseñadora en una entrevista con Efe la víspera de regresar a España.
El lado "juguetón" de Miami, que le recuerda al "recreo" escolar, el "salir a jugar", y su facilidad para despertar "la sensualidad de las mujeres" le gustan mucho a esta diseñadora a la que el arte ha permeado casi sin que se haya dado cuenta.
"Vengo de familia de artistas, pero mi obsesión fue siempre hacer cosas útiles, que sirvieran. Me daba pudor hacer algo que sólo tuviera la función de la belleza o la emoción. Ahora se me está quitando y estoy disfrutando mucho dando los primeros pasos en otras direcciones", dice.
Además de Miami, la isla de Mallorca y Madrid van a ser las bases de una Sybilla que ha recuperado sus marcas y regresado a la moda, sin dejar las otras múltiples facetas de su talento.
"Hemos abierto una tienda estos días en Miami, en un local maravilloso creado especialmente por el artista Typoe. Estar en Miami enseñando nuestro trabajo durante Art Basel, donde pasa gente de todo el mundo, nos ha abierto muchas puertas y nuevas posibilidades. Estados Unidos es nuestro mercado que más crece y Miami es una muy buena base para empezar otras aventuras", dice.
El vestuario para la obra de Tanowitz, con la que se inauguró la semana pasada el Faena Forum, un edificio "impresionante", no es su primera colaboración en proyectos de danza.
Blanca Li, Tamara Rojo y Sara Baras, entre otros, saben lo que es bailar con ropa de Sybilla. "Yo diseño mucho para el movimiento", dice cuando se le pregunta la razón de que sea tan requerida por ballets y bailarines.
Sybilla, que estudió en París en el taller de Yves Saint Laurent y en 1985 presentó su primera colección de prêt-à-porter en el Salón Gaudí de Barcelona, vivió "a tope" la época de la movida madrileña, "un momento de mucha esperanza, apertura y creatividad".
El momento actual en España es otro, pero por sus hijos sabe que "hay otra vez jóvenes haciendo cosas interesantes con ganas de colaborar y ayudarse entre ellos", como ocurrió en la "movida".
Ahora es Palma de Mallorca, donde tiene la primera tienda permanente de esta nueva etapa, la ciudad que está viviendo un "momento muy especial".
En la tienda de la calle San Feliú se inaugurará este 15 de diciembre el espacio "La Trastienda" donde se harán exposiciones, presentaciones de libros, conciertos y teatro, subraya esta mujer llena de proyectos e intereses, desde la fotografía hasta el estampado de telas y los objetos artesanales.
Una de las cosas con las que está más contenta es que las fotografías de mujeres inspiradoras que ha realizado Félix Valiente para sus campañas de moda han despertado el interés de los coleccionistas de arte, lo mismo que los cuadros hechos en tela que hizo para la exposición "Vistiendo las paredes".
Aunque pudiera parecerlo con tanto proyecto, Sybilla no se ha olvidado de que es diseñadora de moda, una profesión de la que dice estar "enamorada" y que le ha dado muchas alegrías y distinciones, entre ellas la Aguja de Oro, el Premio Balenciaga y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes
"La tela es un material maravilloso, lleno de posibilidades. Trabajo más creando volúmenes que dibujando. Es una de las partes de mi trabajo que más disfruto", dice.
Como diseñadora se fuerza constantemente a salir de lo que conoce. "Pruebo cosas nuevas y juego con ellas hasta hacerlas mías. A veces, una prenda puede estar años en proceso hasta que madura".
No le gusta el trabajo en solitario y sobre todo le interesa relacionarse con otros.
"Esto es una industria, trabajamos contra reloj y los equipos son mis pinceles y tenemos todo tipo de presiones y limitaciones, pero creo que todo eso es bueno para la creatividad, que puede tomar muchas formas distintas", dice.
Con su equipo quiere "crear algo sólido, crecer despacio, divertirnos durante el proceso y quizás para ello habrá que hacer las cosas de otra manera, vamos paso a paso".