¿Qué sociedad estamos contruyendo?

Publicado: 17/07/2009
Lo peor de la imagen publicada ayer por este periódico, en la que se puede ver a varios bañistas tomando el sol a escasos metros del cadáver de una persona ahogada en una playa de Sanlúcar, no es sólo la indiferencia de estas personas hacia un fallecido, sino la sensación de que esa imagen ya la has visto antes. Y por desgracia es cierto, ya que parece que la muerte ajena, sea de un vecino, un bañista o los pasajeros de una patera, se acaba convirtiendo más en un espectáculo cotidiano que en una excepción y se puede llegar a ver más como un aliciente en un día de playa como el verdadero drama que representa. Quizás sea por la proliferación de imágenes en la televisión de sucesos parecidos, quizás porque cada vez somos más egoístas y sólo pensamos en nosotros o quizás porque hemos ido perdiendo el mínimo respeto que deberíamos sentir hacia los demás, lo cierto es que fotografías como la de ayer sólo nos puede hacer preguntarnos ¿qué sociedad estamos construyendo? y en especial, ¿qué ejemplo estamos dando a nuestros hijos? Y a tenor de sucesos como en el de Baena, donde un grupo de menores --¡incluidos un chaval de 13 años y otro con deficiencia mental!-- han sido capaces de violar en grupo a una niña de 13 años en los vestuarios de una piscina, sin que nadie viera nada y quien sí lo hizo no lo impidiera, sólo se puede pensar que nos estamos equivocando gravemente y que hemos perdido los más mínimos valores morales, que no quiere decir obligatoriamente religiosos.
Es cierto que hay una crisis económica muy grave que provoca problemas personales de muy difícil solución que a veces impide mirar más allá de uno mismo o su entorno, que los referentes ya no son unos ideales por los que luchar sino iconos mediáticos preparados especialmente para cada momento y que hasta la propia religión (entendida en todas sus vertientes) parece más un arma de guerra o política que una alternativa moral, pero la sociedad debe tener la capacidad de saber reaccionar, de ser consciente de que no puede estar eternamente mirando hacia otro lado o hacia sí misma y que debe tener no ya sólo un respeto hacia dolor ajeno, sino un respeto a la vida. Sólo así se evitaran imágenes como la de ayer o hechos tan lamentables como los de Baena.

© Copyright 2024 Andalucía Información