Serán procesados por un presunto delito de tráfico de personas en grado de tentativa
Los tres bomberos sevillanos detenidos en enero de 2016 en la isla griega de Lesbos cuando ayudaban como voluntarios de la ONG Proem-AID en el rescate de refugiados en el Mediterráneo serán juzgados en el país heleno el 7 de mayo por un presunto delito de tráfico de personas en grado de tentativa.
Los tres bomberos sevillanos serán juzgados junto a dos miembros de la ONG danesa Team Humanity, propietaria de la embarcación en la que salieron a colaborar en un rescate cuando al volver -sin haber encontrado a los refugiados a los que iban a ayudar- fueron detenidos por los guardacostas griegos.
los acusados desconocen la petición concreta que hace la Fiscalía, lo que según ha relatado a Efe uno de ellos, el vicepresidente de Proem-AID, Manuel Blanco, les provoca "sensación de indefensión", si bien el director de la Clínica de Derechos Humanos de la Universidad de Sevilla, Pablo Gutiérrez, que les asesora (en el juicio les asistirá un abogado heleno), ha explicado que la pena máxima por este delito en Grecia es de 10 años.
Los hechos ocurrieron el 14 de enero de 2016 cuando Manuel Blanco, Julio Latorre y José Enrique Rodríguez formaban parte del equipo de rescate de Proem-AID desplegado en Lesbos desde principios de ese mes.
Ese día su lancha se encontraba "en reparación" y dos miembros de la ONG danesa Team Humanity les pidieron ayuda para salir a rescatar a un grupo de refugiados en su embarcación, si bien no lograron encontrarlos y al regresar fueron detenidos por la Guardia Costera, según explica Blanco.
Los bomberos pasaron dos días en los calabozos y fueron puestos en libertad bajo fianza de 5.000 euros a la espera del juicio, que se celebrará en la capital de la isla, Mytilene.
Aunque inicialmente la Guardia Costera les atribuía también un delito de tenencia ilícita de armas por los cortacabos que portaban, finalmente en la citación para el juicio sólo se les atribuye tráfico de personas en grado de tentativa.
Desde su detención y puesta en libertad, compañeros suyos de la ONG Proem-AID han mantenido una presencia "permanente e ininterrumpida" en Lesbos hasta el pasado verano, cuando incluso colaboraron en las labores de rescate bajo los escombros tras un terremoto sufrido en la isla y trabajaron con niños refugiados enseñándoles a nadar para que no crezcan con miedo al mar.
Blanco reconoce que, por consejo de su entorno y aunque los tribunales griegos no decretaron ninguna medida cautelar contra ellos que les impida entrar y salir del país -al capitán danés del barco sí le fue retirado el pasaporte-, ellos tres no han regresado a Lesbos.
Siente cierta "frustración" por ello, pues sabe la utilidad del trabajo allí, ya que para quienes se lanzan al mar por desesperación para llegar a Europa desde los campos de refugiados de Turquía o Libia, "el que en un momento concreto haya alguien que le agarre la mano puede ser la diferencia entre vivir o morir".
Con todo, Blanco se encarga de la logística desde España para seguir enviando equipos, ahora en Malta dado el cambio de las rutas de los refugiados donde desde septiembre trabajan junto a la ONG vasca Salvamento Marítimo Humanitario.