La ciudad no puede darle hoy la espalda a la manifestación convocada en su apoyo
No hay excusas, no vale que se vuelva a decir que Jerez es una ciudad muy apática a la que le cuesta mucho movilizarse, ni ningún de argumento de los que siempre se dicen cuando se comprueba que los jerezanos son incapaces de responder cuando se trata de defender no a una empresa o a unos trabajadores, sino un modelo económico local, ya que el cierre de Vicasa no representa sólo el punto y final a una fábrica de botellas, sino a la historia de Jerez y a uno de los últimos reductos industriales de la ciudad. Por eso, la manifestación convocada para esta tarde por todos los sindicatos, partidos políticos y asociaciones debe tener un respaldo como el que nunca antes se había visto, porque no se trata sólo de decir que se está por su mantenimiento, sino de enviar un mensaje claro y contundente a la multinacional francesa Saint Gobain-Vicasa de que no puede cerrar la fábrica y, sobre todo, que no puede darle la espalda a una ciudad con 26.000 parados. Y es esta presión popular la que debe servir para forzar realmente un cambio de actitud por parte de la empresa, ya que los indicadores económicos ya están en su contra al no ser una planta deficitaria --más bien todo lo contrario-- y contar con el respaldo tanto municipal como nacional, con convenios y ayudas financieras que garantizan no sólo su continuidad, sino la mejora de su rendimiento económico. Pero para esto es necesario que toda la ciudad se eche a la calle, que las imágenes que se vean no sean la de unos cientos de personas, sino la de miles, la de toda una ciudad defendiendo sus puestos de trabajo y su forma de ser. Ya hay precedentes en este sentido con otra fábrica de Vicasa en Italia y hoy se debe ratificar que la presión popular es la mejor arma que tiene Jerez para forzar a la multinacional francesa a dar marcha atrás en sus planes, ya que la fuerza de las administraciones, con sus contactos y compromisos de ayudas, ya están en marcha. Por eso, no hay que poner excusas o pensar que éste no es ‘mi’ problema sino de los propios trabajadores. El conflicto de Vicasa es el conflicto de todo Jerez y, por eso, todo Jerez debe demostrar que está implicado en su futuro saliendo esta tarde a la calle a defender lo que tanto está costando mantener.