Juanma Moreno ha ofrecido su primer discurso de Navidad desde que es presidente de la Junta de Andalucía. En él ha mostrado su “firme compromiso” con la “Andalucía rural” en el municipio onubense de Cumbres de Enmedio, el más pequeño de toda la comunidad andaluza, con tan sólo 52 habitantes.
La despoblación de las zonas rurales es uno de los grandes problemas de España y, cómo no, de Andalucía, “de la que venimos muchos andaluces y que necesita una especial atención por parte de los poderes públicos”. No ha ofrecido ninguna medida en concreto pero ha asegurado que desde la Junta de Andalucía “no vamos a dejar atrás a ningún andaluz, no importa dónde viva, cómo piense ni cuáles sean sus circunstancias”.
Moreno asaltó el Palacio de San Telmo hace ya casi un año y ha puesto a Andalucía como “ejemplo” para España, basándose en la “estabilidad política”, el “crecimiento económico” y la “importante regeneración”, después de abrir “puertas, ventanas y cajones y vencer inercias y vicios del pasado”.
Además, el presidente andaluz ha manifestado que quiere una Andalucía “de todos, inclusiva, con visión amplia y vocación integradora”. Para ello, el nuevo Gobierno “contagiará ilusión” a todos los sectores de la sociedad para que “Andalucía funcione” y dedique sus esfuerzos “al empleo y a la consolidación de unos servicios públicos de calidad”.
También, Moreno ha indicado que el empleo es el principal reto que tiene por delante, tanto los jóvenes como las mujeres. También, ha lanzado un mensaje de “tranquilidad” para el Campo de Gibraltar pese al inminente Brexit y ha insistido en que Andalucía tiene una “oportunidad” para liderar una transición ecológica ante la crisis climática.
Ha deseado un feliz Año Nuevo, ha recordado a los andaluces ilustres que perdieron su vida en 2019 y ha dicho que “la felicidad no se espera ni se sueña. La felicidad se persigue”.