Los vecinos de San Onofre cuyas casas han sido expropiadas para que se pueda construir la salida de la calle Santo Entierro a la Ronda del Estero están a la espera de reunirse próximamente con el promotor inmobiliario Gabriel Rojas, propietario de los terrenos que hay detrás de sus viviendas y, por ende, también afectado por esta obra municipal, para ver si pueden llegar a alguna solución. Pese a todo, Juan José Olvera, uno de los expropiados, se muestra pesimista y vislumbra un proceso de trámites muy complicados.

Juan José Olvera, su madre y otro vecino más son las tres personas cuyas casas quieren derribar para que la calle Santo Entierro salga a Ronda del Estero. Juan José y su madre son los más afectados, pues sus dos viviendas desaparecerán al cien por cien. El otro vecino podría seguir viviendo allí ya que a él sólo le quitarían un patio. Juan José recibiría 43.000 euros por una casa de 84 metros cuadrados y patio. En el caso de su madre serían 39.000 euros por 72 metros cuadrados.

“Nosotros no queremos dinero, queremos viviendas, con esa suma que nos quieren dar no tenemos suficiente, ya que por un garaje por el que me interesé para guardar todas mis pertenencias me piden 45.000 euros, así que por una vivienda ya no lo quiero ni pensar. Igualmente para mi madre quiero otra vivienda, en este caso debería ser de Esisa”, afirmó.

Hace mes y medio estos vecinos sostuvieron una reunión con el personal de la Gerencia Municipal de Urbanismo, que estuvo presidida por el delegado de Planeamiento, Pascual Junquera. En el encuentro que van a sostener con Gabriel Rojas buscarán la posibilidad de hacer una “pequeña permuta” pues según indicó Juan José Olvera, lo que él demanda es “un terreno y que me construyan una vivienda”. Igualmente quieren que se les valoren sus propiedades en las mismas condiciones que las que se han expropiado en la zona de Venta de Vargas. “Todo está muy difícil y nadie cede, vivimos sin vivir”, concluyó Olvera.