Residente en Málaga desde hacía más de dos décadas, Campos Reina (Puente Genil, 1946) puede considerarse como uno de los mejores autores andaluces del género narrativo. El escritor se dio a conocer en 1988, año en el que vio la luz su novela Santepar (Seix Barral), una obra que recibió numerosos elogios de la crítica y que permitió descubrir a un escritor emergente que, a través de un lenguaje rico e imaginativo, era capaz de describir con soltura aromas y paisajes sugerentes, muchos de ellos vinculados a rincones de nuestro municipio. A esta obra le siguieron Un desierto de seda (1990), Tango Rojo (1992), El bastón del diablo (1996) y La Góndola Negra (2003), obras estas tres últimas que conformaron la denominada Trilogía del Renacimiento. Posteriormente, hay que reseñar dos títulos posteriores Fuga de Orfeo y El regreso de Orfeo, que conforman el conjunto La cabeza de Orfeo (2006), que precisamente fue presentado en la Biblioteca Municipal “Ricardo Molina” en junio de 2006. Además de estas obras, Campos Reina fue autor de numerosos textos, ensayos, narraciones cortas poesías y artículos periodísticos. Así, en 1997 publicó un relato breve titulado La Rosa de Apolo, obra en la que contó con la colaboración de Antonio Moreno Ayora, y ese mismo año recibió el Premio Andalucía de la Crítica en la modalidad de Narrativa, en atención a los méritos literarios y humanos de El bastón del diablo.
Las reacciones a la sorpresiva muerte de Campos Reina no se han hecho esperar, y así el alcalde, Manuel Baena, en nombre de todos los pontanenses ha declarado que este inesperado fallecimiento “supone una gran pérdida, no sólo para su familia, sino también para todo Puente Genil”. El alcalde añadió que “Juan Campos Reina ha sido el mejor prosista con el que hemos contado en nuestra localidad en mucho tiempo y por eso intentaremos que su memoria no se pierda”.
Por su parte, el profesor Antonio Moreno Ayora, amigo personal del fallecido, ha señalado que “se nos ha ido un genio, un hombre que pensaba que la literatura merecía la pena, de ahí que se entregara completamente a ella”.
En los últimos meses, Campos Reina se encontraba trabajando en las tareas de corrección de un ensayo sobre las civilizaciones orientales, una temática que le apasionaba notablemente. La ceremonia de despedida se celebró esta mañana en la más estricta intimidad por expreso deseo de sus familiares.