Barcenas llegó a acumular hasta 48,6 millones de euros en sus cuentas en Suiza. Nunca se pudo demostrar el procedimiento que utilizó para juntar tanto dinero. En condiciones normales, el tesorero es el hombre de confianza del partido que conoce las idas y venidas del dinero del partido, fija las prioridades efectivas en el gasto y guarda en secreto los pequeños trucos para que las cuentas cuadren a la perfección. Premia o castiga con excusas a los que le interesa. En un ambiente de donaciones ilegales y fuera de control, el tesorero se convierte en un cómplice necesario para las tropelías. Es el caso de Bárcenas.
¿Cómo es posible acumular esa fortuna? ¿Qué cantidades no manejaría para poder distraer o apartar esa suma imponente para cualquier partido político? Sus declaraciones son del todo increíbles: ”No lo declaraba, eran operaciones fuera de España con no residentes españoles…ese dinero lo tenia como un fondo de pensiones fuera de España”. Luis Bárcenas, condenado a 33 años y cuatro meses de cárcel y 44 millones de multa, es el que ahora acusa al PP, decidido, tras muchos años de tira y afloja, al más que famoso “tirar de la manta”. Y pide un careo con Rajoy.
La otra parte del asunto es más inquietante: ¿Porqué pone en marcha el PP o el gobierno popular, a través del ministerio del Interior, una operación de seguimiento y sustracción de documentos del tesorero llegando a un atraco en su domicilio en el esperpéntico caso del falso cura atando a toda la familia y a la compra corrupta del chofer para que colaborara en las operaciones para arrebatar las cargas de la prueba contra los dirigentes populares? Porque las pruebas rescatadas eran inculpatorias para la cúpula popular. Es el mismo episodio de la destrucción de los ordenadores de Bárcenas para sustraerlos a la acción de la justicia.
Pablo Casado sostiene que “Ese PP ya no existe”. Ábalos responde que “No es otro PP, es el mismo. Es el partido de los papeles de Bárcenas y de su caja B, una máquina de dinero negro que todos sus líderes, desde Fraga, mantuvieron intacta”. Los enredos de Enrique López, secretario de Justicia del PP y negociador de la composición del Consejo General del Poder Judicial, liga la oposición a dicha renovación al caso Bárcenas, Gürtel y Kitchen.
