Los despidos afectan a empresas filiales que no disponen de representación sindical
El presidente del comité de empresa de Holcim, Miguel Diaz, denunció ayer un ERE encubierto en la compañía que habría afectado a lo largo del presente ejercicio a unas doscientas personas que venían trabajando de manera regular en la zona de Jerez. Según Diaz, este “brutal” ajuste de personal se ha llevado a cabo en empresas filiales del propio grupo, cuyos trabajadores no están amparados por un comité intercentros, lo que ha facilitado que el “movimiento” se haya realizado “sin hacer ruido”.
La sensación del comité es que estas maniobras “van a continuar” a lo largo del próximo ejercicio, de manera que quede “el mínimo personal posible” en cada una de las filiales del grupo, por lo que Diaz advierte de la conveniencia de que las administraciones públicas controlen este tipo de despidos, que la empresa suele cerrar “de mutuo acuerdo” con los trabajadores afectados.
Según las noticias que posee el comité de empresa de Holcim, el próximo recorte de personal se va a llevar a cabo en las oficinas que el grupo posee en el edificio Indico, junto a los juzgados de Tomas García-Figueras. Este nuevo ajuste afectará, según Miguel Diaz, a “diez o doce trabajadores” de distintas áreas.
Al presidente del comité de empresa le parece “preocupante” que todos estos “movimientos” se estén llevando a cabo “sin ruido”, lo que dificulta la organización de cualquier tipo de medida reivindicativa.
En cualquier caso, los despidos no afectan únicamente al personal de empresas filiales de Holcim, sino que se extienden a la propia plantilla de la fábrica de cemento. Hace unos días, el comité cerraba con la empresa un acuerdo que supondrá la salida de la compañía de “seis o siete trabajadores” mayores de 60 años. “Lo que se hace es una especie de prejubilación, dentro de un acuerdo, pero eso no quita para que no estemos hablando de pérdida de puestos de trabajo”, apostilló Miguel Diaz.
Buena prueba de la merma de la plantilla de la fábrica de cemento es el hecho de que hasta hace unos pocos meses estaba integrada por 96 trabajadores fijos, cuando ahora apenas alcanza a los 70.
Ahora, los trabajadores se encuentran a la espera de comprobar cuál es el comportamiento del nuevo consejero delegado de Holcim Suiza en España, que tomará posesión de su cargo en los próximos días.
Lo cierto es que en la plantilla de Holcim existe cierta intranquilidad por el futuro más inmediato, a pesar de que el pasado verano lograra que la empresa diera marcha atrás en su decisión de promover un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) a cambio de aceptar determinadas propuestas encaminadas a mejorar el nivel de productividad de la fábrica, que entre otras cosas incluyó la ampliación de la jornada laboral de los trabajadores.
La fábrica ha evitado la parada de diciembre
La fábrica de cemento no llevará a cabo la parada técnica anunciada para el presente mes de diciembre, en buena medida debido al ERTE que se ha planteado en la planta de Carboneras, que está haciendo que la compañía encuentre rápida salida al stock acumulado en Jerez. Además, se da la circunstancia de que, a pesar de la crisis del sector de la construcción, la factoría “está vendiendo cemento”.
“Se está vendiendo bien, no al nivel que se había alcanzado en los años del ‘boom’ de la construcción, pero sí al de hace unos diaz años, que era el normal”, explicó Miguel Diaz. Ahora, la producción oscila entre las 550.000 y las 600.000 toneladas, mientras hace unos años rondaba el millón de toneladas anuales. Aunque el caso de Carboneras mantiene en guardia a los trabajadores de Jerez, lo cierto es que el comité de empresa constata que el grupo está mostrando interés en recuperar la actividad en la fábrica, ejecutando incluso algunas inversiones en la factoría.