Antequera ha inaugurado hoy el primer centro de menores de la provincia para niños, impulsado por la Asociación Mundo Infantil. La casa cuenta con 12 plazas para chicos de 12 a 18 años que podrán desarrollar sus estudios en el Hotel Escuela Santo Domingo de Archidona, gracias a un convenio con la Junta de Andalucía que aporta 176.000 euros al proyecto.
La casa ha sido inaugurada esta mañana con la presencia del delegado de la Junta de Andalucía en Málaga, José Luis Ruiz, el alcalde de Antequera, Manuel Barón, y la presidenta de esta asociación, Pilar López.
López ha señalado que son niños de varios perfiles y numerosos puntos de Andalucía que no cuentan con mayores que se hagan cargo de ellos. Mundo Infantil cuenta con dos casas más de este tipo en Málaga pero dedicadas a niñas y con otro tipo de programas socialies. "Mientras que esté estudiando el joven puede estar aquí, los casos que atendemso vienen derivados del área de Asuntos Sociales de la administración autonómica y la Fiscalía de Menores", ha manifestado.
Apoyo necesario
Para Rosario Cardenal, magistrada y asesora jurídica de la entidad, la puesta en marcha de este nuevo centro es una doble alegría, primero por su vinculación a la cuidad, ya que su marido es antequerano, pero también por ver como la labor de protección a los menores, en la que tanto años lleva trabajando, sigue creciendo. “Con el apoyo de todos es necesarios que estos niños lleguen a ser unos buenos ciudadanos, que puedan devolver a la sociedad todo aquello que ahora se les está ofreciendo”, comentado durante la presentación del centro.
En este sentido, el delegado provincial de la Junta de Andalucía, ha agradecido labor que realiza esta entidad, colaborando a la Administración en su labor de protección de los menores. De hecho, ha reconocido que “por mucho que quisiéramos hacerlo” si no fuera por asociaciones como Mundo Infantil “sería muy difícil prestar esa atención”.
Por su parte, el alcalde de Antequera, Manuel Barón, también ha querido felicitar a la asociación, y ha alabado el esfuerzo que hace su presidenta para desprenderse de parte de sus bienes para ponerlos al servicio de la sociedad, y en especial para la mejora del provenir de muchos menores.