POR PEDRO SEVILLA
Este viernes, a las ocho, en el Círculo de la Unión, en el Casino, se presenta el libro del joven arcense Cristóbal Saborido ‘Gandano’ ‘El cuaderno naranja’, un libro viajero, lleno de paisajes externos e internos, de búsquedas en las lejanías del horizonte o en las microscópicas llanuras del alma. Sobre esas búsquedas hemos hablado con su autor.
La literatura de viajes es un género que usted parece querer reivindicar y realzar. ¿No puede estarse quieto en ningún sitio, sea dentro o fuera?
–Los viajes, o vivir en lugares que al principio son extraños es algo que ha acabado marcando mi forma de pensar y ser. Me atrae conocer cómo es un lugar, cómo viven allí, y cómo me sentiré. Creo que también es un ejercicio de imaginación constante, todos los días me imagino viajando en algún lugar, y está relacionado con la literatura, cuando leo una historia me sumerjo como cuando estoy de viaje. Creo que estoy enganchado a esa forma en la que mi mente funciona cuando estoy de viaje, leo, o escribo. Cuando estoy saturado o triste, la anhelo.
Digo dentro o fuera porque este libro que ahora presenta, “El cuaderno naranja”, es un viaje en el espacio, sí, pero es también un viaje al interior de uno mismo, en busca de ese “yo” que vive dentro de uno mismo. ¿Es así?
–Totalmente. El progreso vital del protagonista es el viaje interior que realiza, y aunque también hay viajes exteriores, que van de la mano, al final el que interesa es el interior. El proceso ensayo error que nos hace crecer y decidir qué queremos o cómo queremos ser es fundamental en ‘El cuaderno naranja’, y por eso nos vemos reflejados en este tipo de héroe que es Gregorio, porque todos estamos buscándonos e intentando aprehender certezas. En este sentido, despegarse de lo culturalmente aprendido y lo socialmente aceptado o predeterminado es una de las grandes luchas, lo es en todo camino de auto—indagación, y para nuestro Gregorio es esencial.
Este libro tiene una clara influencia de Herman Hesse, de su Siddartha. ¿Es también esa búsqueda de uno mismo que antes le comentaba?
–Es muy curioso que me diga eso. Y acertado. Siddartha es un libro que me encantó, lo encontré en la estantería de la casa donde vivía en el sur de Brasil, era de mi compañera de cabaña, y lo leí en una tarde, me atrapó. Ha sido el libro que más he regalado. Desde entonces quise escribir la historia de un Siddartha moderno, es algo que nunca he dicho a nadie, porque me sentía ridículo al pensarlo. La búsqueda de Gregorio en El cuaderno naranja también cubre el aspecto más íntimo, más espiritual, y fui consciente de la influencia de Hesse desde el primer momento.
El libro se presenta en el Círculo de la Unión este viernes nueve a las ocho de la tarde. Dé unas cuantas razones por las que sería bueno que asistiéramos.
–Intentaré dar una visión global del libro, no solo hay búsqueda y reflexión, también hay diversión literaria, y hay gotas de la historia de nuestro pueblo, de la vida de los antepasados de cualquier familia de Arcos. Aprovechando su símil de la anterior pregunta, es como si Gregorio fuese una especie de Siddartha arcense cuyos antepasados de este pueblo tienen mucho que decir y decirle también. Luego, sin duda, la charla sobre el libro de la que tanto usted como José María Olivera hijo formarán parte, seguro será enriquecedora, tanto literaria como vitalmente. Además, es viernes de puente al borde de navidad y el casco antiguo estará animado para tomarse algo después de la presentación.