El acceso a la urbanización de La Gallarda ha sufrido un hundimiento de aproximadamente tres metros, con lo cual peligra la estabilidad de talud que comunica la zona con el puente de Angorrilla. Las últimas y copiosas lluvias no han hecho más que agravar el desprendimiento que se produjo antes de Semana Santa, con lo cual el tramo afectado supone un claro peligro para los residentes de la urbanización, que en teoría sólo podrán utilizar un sentido de la circulación.
Aunque la zona es un modelo mixto de gestión, al tratarse de una entidad de conservación urbanística ya que la urbanización inicialmente privada fue recepcionada hace unos años por el Ayuntamiento, el equipo de Gobierno se ha puesto manos a la obra para, en principio, dilucidar qué ha podido provocar el hundimiento.
Según fuentes de la Delegación de Urbanismo, cabría la posibilidad de que el hundimiento fuera consecuencia de un fallo del proyecto realizado en su día por la empresa Iberdrola al construir el puente de Angorrilla, ya que la empresa que urbanizó La Gallarda sólo se limitó en lo que respecta a la zona afectada a asfaltar el acceso ya existente y a instalar una escollera, sin llegar a hacer movimientos de tierra que hubieran provocado la inestabilidad del talud.
Con estas hipótesis, Urbanismo pretende que entre las tres partes; es decir, empresa constructora, Iberdrola y Ayuntamiento se pueda dar algún tipo de acuerdo para una posible actuación, ya que la intervención sería a priori muy costosa. Y lo peor, según Urbanismo, es que la situación se agrava por día, por lo que en breve podría incluso peligrar la circulación de vehículos en el puente de Angorrilla y, además, afectar a los terrenos aledaños a la estación depuradora de aguas residuales.
Lo que un principio fue una pequeña grieta y un levantamiento parcial del acerado se ha convertido en un grave problema urbanístico. Por lo pronto, se ha acordonado la zona del hundimiento con vallas, como también se ha señalizado con plásticos.
“No queremos cortar al tráfico esta zona tan importante para Arcos, pero tiene que primar la seguridad”, según explicó el delegado de Urbanismo, Manuel Erdozain.
El mismo aludió a los informes que ya han emitido los técnicos municipales, los cuales ya hubieran sido remitidos a las mencionadas partes. En esta dirección, el concejal asegura que hubo un acuerdo entre las tres partes hace unos años para la actuación en el entronque del puente de Angorrilla con La Gallarda. “A partir de ahí tenemos que ver la responsabilidad de cada uno; puede ser un problema de proyecto o de ejecución de la obra, pero ahí está el corrimiento de tierra que ha sido muy fuerte”.
Erdozain dijo que es intención del Gobierno lanzar un mensaje de tranquilidad porque “estamos encima del tema, pero también estamos preocupados porque la solución parece muy costosa”.
El delegado sostiene por ahora que la escollera situada junto al puente de Angorrilla para sujetar el talud no formaba parte del proyecto, para unos años más tarde ser instalada por la empresa constructora de La Gallarda. Erdozain cree que pudo primar más la estética que la seguridad, al considerar que se debería haber afianzado la parte superior del talud y no la que linda con la carretera del puente.
Urbanismo realizará un seguimiento escrupuloso y constante del avance del deslizamiento del talud con el único fin de garantizar la seguridad pública de todos.
