Después de ocho años al frente de la dirección del IES Guadalpeña, José Luis Jaime da paso al relevo en el puesto, que será ocupado a partir del nuevo curso por el profesor del centro Ángel Fernández Salas.


Jaime ha sido, pues, protagonista de excepción en los primeros pasos del instituto y en su consolidación educativa y social, pues el centro siempre ha estado abierto a colaborar con el barrio y con los arcenses poniendo sus medios a disposición de todos. El programa de bilingüismo, el dinamismo de los ciclos formativos que nacieron con el de informática, el continuo contacto con las familias y el seguimiento escrupuloso del proceso educativo de cada alumno han sido y son características de este centro que ha contado desde el primer día con un magnífico equipo directivo y humano del que su aún director se siente especialmente satisfecho.


El instituto nació en el curso 2002-2003 como una necesidad después del desdoble al que estaba sometido el IES Alminares. Desde entonces, su presencia en la educación de Arcos ha sido decisiva para miles de alumnos que ya han pasado por sus aulas, tanto en Bachillerato como en Secundaria y ciclos formativos. 


Ángel Fernández ya agradece al equipo directivo su compromiso con el centro, así como a los profesores del mismo su especial implicación en la tarea educativa. Ahora les toca decidir “otras responsabilidades necesarias”, para lo que Fernández espera seguir contando con la experiencia de su antecesor, el cual seguirá desempeñando su trabajo como profesor de Educación Física.
Entre los retos de quien será nuevo director se encuentra la profundización en los programas que desarrolla el instituto, así como en los intercambios culturales con otros países que tan grata y enriquecedora experiencia ha aportado a los alumnos en su proceso educativo y vital.


Asimismo, tanto Fernández como José Luis Jaime esperan que la buena coordinación con la comunidad educativa, principalmente con las familias, siga imperando. Ambos consideran que el IES Guadalpeña es un instituto donde el buen comportamiento del alumnado es la tónica general pese a los problemas de desestructuración social que se dan en estos tiempos en las familias. Bien saben que, con trabajo duro y constante, se puede conseguir muchas cosas positivas para el centro y su ciudad.