La fuerte tromba de lluvia de la madruga y mañana del pasado martes sorprendió a propios y extraños por su virulencia, ya que descargó desde el cielo hasta 40 litros por metro cuadrado en algunos puntos del término municipal en muy pocas horas.
Una de las consecuencias tuvo por escenario la barriada de El Santiscal, donde las precipitaciones provocaron atascos de vehículos en la avenida Corregidores, junto al colegio, ya que prácticamente todas las familias decidieron acudir al centro en vehículo particular sin que nadie regulara el denso tráfico, salvo -como anécdota- el concejal socialista Julio Delgado, quien ayudó a restaurar la circulación ante la ausencia en esos momentos de la Policía Local.
No obstante, la barriada volvió a inundarse tanto a la altura del terreno que hace las veces de campo de fútbol como en la propia avenida Corregidores, donde la lluvia ocasionó una gran balsa de agua que pudo dejar a algún vehículo parado en un momento dado.
Esta imagen se repitió en casi todos los colegios, provocando en más de un caso retenciones que, en El Santiscal, fueron de casi veinte minutos en torno a las nueve y pocos minutos de la mañana.
Según la Policía Local, pese a la enorme cantidad de agua caída, no se produjeron daños graves, salvo algún pequeño desprendimiento en Camino de las Nieves, junto a la zona que actualmente se acondiciona como mirador. Su jefe, Rafael Albertos, señalaba a este medio que pese a la cantidad de lluvia las incidencias fueron mínimas, apuntando a algún caso de atasco en la avenida Miguel Mancheño donde, al parecer, actuaron los bomberos.