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Arcos

“En la oficina denotamos que se está atendiendo mejor al ciudadano”

Entrevista al defensor de la Ciudadanía de Arcos, Pepe Salas

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  • Pepe Salas en el plató de Ondaluz Sierra TV. -

El 26 de octubre de 2015 dio inicio la nueva etapa de Pepe Salas como defensor de la Ciudadanía de Arcos, gracias en gran medida al compromiso electoral contraído por el ahora equipo de Gobierno socialista para restituir una figura clave en el contexto democrático de cualquier sociedad que se precie como tal. Termina 2016 y, por tanto, es hora de hacer balance del trabajo de una oficina que ha atendido decenas de casos, muchos de ellos de interés general.

¿Cómo ha sido este año para la oficina que usted dirige? ¿Han aumentado las quejas de los ciudadanos sobre el tratamiento que reciben de las instituciones?

—Se han solucionado problemas de los ciudadanos y hay otros enconados y que están pendientes de una solución que no siempre llega de un día para otro. Respecto a la segunda pregunta, hemos detectado que ha bajado el número de quejas. No sé si es que el Ayuntamiento está atendiendo mucho mejor al ciudadano, que los temas se han ido solucionando... Lo cierto es que las quejas han bajado mucho.

Muchas de esas quejas han tenido que ver tradicionalmente con la falta de respuesta de la administración, en este caso del Ayuntamiento, ante cualquier queja, trámite o proyecto. ¿Diría que se ha avanzado en cuanto a las relaciones?

—Efectivamente. De hecho, la mayoría de las quejas que admitimos a trámite es por falta de contestación. Normalmente, se le dice al alcalde, al que recomendamos siempre, al igual que a su equipo de Gobierno, que se conteste al ciudadano. Ello no implica que la respuesta sea positiva o negativa, pero siempre hay que responder. En la oficina denotamos que se está atendiendo mejor al ciudadano”.

No hace mucho, defensor, hablábamos de la falta de medios en su oficina... ¿Ha cambiado algo el panorama?

—La oficina tiene ahora mismo unas instalaciones magníficas en el edificio Emprendedores. Tenemos una persona en administración y cuando hay que asesorarse jurídicamente tenemos a los abogados del Ayuntamiento. La oficina no ha tenido que contratar a nadie porque su trabajadora ya lo era del Ayuntamiento, como los abogados. De momento, me siento satisfecho con los medios.

Supongo que dentro de las quejas y problemas de los ciudadanos, los derivados del deslizamiento de terrenos ocuparán un lugar importante...

—En el año 2013, poco antes del cierre de la oficina, recibí la llamada de una persona que había sido delegado de Urbanismo en los años sesenta en nuestro Ayuntamiento. Me llamó porque me dijo que no podía dormir, pues le resultaba muy triste que hubiera personas que están pagando una hipoteca sin poder disfrutar de sus viviendas. Ese señor me contó que en 1962 se habían proyectado en La Verbena viviendas de protección oficial, que los técnicos del Instituto Nacional de la Vivienda, dependiente del Ministerio de la Vivienda, hicieron catas y suspendieron la construcción de 300 viviendas porque el terreno no era apto. A partir de esa información, y comparando técnicas de antes y ahora, sólo puedo contar lo que a mi me contaron, que ese terreno no era apto. También recuerdo cómo Telefónica desistió de construir su edificio junto al actual hotel Peña de Arcos, ya que había un estudio que demostraba que en los terrenos entre la Cuesta de Noriega hasta el actual Elefante Azul existe una falla que determina una ladera deslizante. Telefónica necesitaba alta tecnología y no se podía permitir instalarse en un edificio que se moviera. Yo no soy técnico, pero hay un conocimiento empírico, el de la experiencia basada en la observación... Yo viví de niño en el antiguo cuartel y de chaval he jugado por encima de las traviesas de la vía del tren que estaban colgadas... En fin, hay motivos para pensar que esas zonas no eran aptas para la construcción. Nunca me hubiera comprado un piso en la zona.

Uno de sus caballos de batalla de los últimos tiempos ha sido los ruidos y molestias que ocasionan determinados establecimientos públicos. ¿Diría en este caso que se ha avanzado o seguimos en las mismas?

—Se está avanzado. El Ayuntamiento adoptó un acuerdo recientemente en junta de Gobierno para no autorizar eventos en la avenida Miguel Mancheño, donde se han montado concentraciones moteras, eventos, tablaos... Esos acontecimientos no sólo se celebran en plena calle, sino vulnerando en muchos casos los horarios marcados por la Ley vigente. Deberíamos ponernos en el pellejo de los ciudadanos que sufren las molestias. El que tenga una fiesta a las cuatro de la mañana a las puertas de su casa..., me imagino que no le hará gracia. Los industriales de la citada avenida podrán seguir con su actividad porque están en su derecho, pero adaptándose a la legalidad.

En este caso siempre surge el dilema de si beneficiar a los negocios y con ello al empleo o perjudicarlos mientras se salvaguarda el derecho individual al descanso...

—Lo que es complicado es crear costumbres contrarias a la legalidad vigente. Si esto no se hubiera hecho un hábito y una forma de vivir no habría problema. Cuando yo era una chaval y bajaba a jugar un billar a Camachito a eso de las doce menos cuarto de la noche, Camachito me decía que me fuera a mi casa a jugar al billar porque molestaba y era él el que pagaba las multas. Había una conciencia de que había que respetar a la gente. Un sobrino que trabaja en Londres venía sorprendido de cómo en la calle no había juerga, sino que toda se concentraba en el interior de un local perfectamente acondicionado para no molestar. La gente se divertía, pero el ruido no salía a la calle. Eso en Inglaterra, pero en Alemania tienes que avisar a tus vecinos de que vas a celebrar tu cumpleaños. Eso sí, a las nueve de la noche se acabó todo ya que, de lo contrario, viene la Policía. No podemos permitir que nuestro descanso y nuestra intimidad se vayan al garete. Las leyes se hacen por las mayorías para evitar el daño a las minorías. Las mayorías no pueden aplastar los derechos de las minorías. Lo que pasa es que hemos convertido en costumbre no respetar la Ley. No hablo de una Semana Santa, de un día del Toro, de una Navidad donde es normal que se canten villancicos por la calle... Hablo de un día normal de cualquier fin de semana del año. No podemos mezclar lo habitual con lo puntual y cultural.

¿Cree que ha habido mucha permisividad en este sentido?

—No hace falta que lo diga yo. Basta darse un paseo por Arcos para ver cómo ha crecido el número de veladores y cerramientos a las puertas de los negocios. Añado que este Ayuntamiento está intentando por todos los medios regularizar la situación y garantizar los derechos de los ciudadanos. Me reitero, se ha acordado no permitir determinados eventos en las calles de Arcos.

Salas insiste en el caso de la barriada San José...

Al margen de lo expuesto, la oficina del defensor está muy pendiente a los pasos que dé el Ayuntamiento para la construcción de un pozo de rebombeo que ponga fin a los problemas de malos olores en la barriada San José, anexa al edificio Emprendedores. La idea es llevar las aguas residuales a la depuradora. Los vecinos se venían encargando durante años del pago eléctrico y de la limpieza del actual pozo, donde  vierten sus residuales algunos edificios públicos: una barbaridad. “Cuando lo supo el alcalde se hizo cargo del tema y ahora hay un proyecto en la Junta que esperemos se ejecute lo antes posible”.

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