Este último artículo de opinión antes de coger las vacaciones en el mes de agosto, toca hacer balance de los últimos acontecimientos que están surgiendo en nuestra vida diaria.
Sin duda, el tema más importante es la deriva que está teniendo la pandemia de coronavirus que estamos sufriendo y que está teniendo unas cifras en cuanto a contagios más que preocupantes.
Lo dije en su día, quitar la mascarilla ha sido un error garrafal. Miren, paseando el otro día por una localidad de nuestra Andalucía había multitud de gente sin mascarilla como si no pasara nada y, todo ello, con una distancia social menor al metro y medio que es lo que recomiendan las autoridades sanitarias.
Ante este panorama, qué cifras queremos tener. Pues las que hay, tenemos lo que nos merecemos con el riesgo sanitario que esto implica.
Por tanto, aunque este mes de agosto es prácticamente inhábil para la administración pública, no lo va a ser para el virus que estamos viviendo. Van a aumentar los contagios y ya veremos qué medidas se toman en cuenta en septiembre tras las vacaciones. No les quiero poner mal cuerpo pero vayan pensando en cierres perimetrales y en toques de queda que limiten la movilidad.
Como siempre les digo, responsabilidad.
En lo político también está revuelto el patio. La pelea entre VOX y Partido Popular está planeando también en el panorama de nuestro país. Aquí soy muy claro: VOX debe dejarse de pataletas porque España necesita en estos momentos responsabilidad no personalismos e individualismos tal y como ellos plantean en su línea de partido con Santiago Abascal.
La pregunta que deben responderse en este partido es si les importa España y la pandemia o si están más preocupados en la imagen de su líder nacional. Si a la conclusión que llegan es a la segunda de las respuestas van por muy mal camino porque esa individualización de la política es lo que ha llevado a muchos partidos al fracaso más estrepitoso.
La política precisamente se aleja de los ciudadanos precisamente por este tipo de cuestiones. Ven a partidos políticos más centrados en el sillón que en la solución a los problemas de los ciudadanos y eso es lo grave de todo esto.
Cuando se piense más en el colectivo, en la sociedad española, en el parado, en el que está en una sala de UCI en un hospital, en quien está siendo maltratado, etcétera, más pronto seremos un país más fuerte y cohesionado.
Desde hace años les dije que este era un cambio de ciclo y en ello estamos. Como saldremos del mismo no lo sabemos pero debemos confiar en que será una salida airosa y que nos coloque de una manera potente en el contexto internacional.
Mientras tanto, disfruten, pasen unas buenas vacaciones y nos volvemos a ver en septiembre queridos lectores.
