Actor de larga trayectoria profesional, Jaime Ordoñez viene a Antequera a presentar la obra de teatro ‘Auto Sacramental’, que se representará el 28 de marzo en la Colegiata de Santa María. Malagueño de nacimiento, Jaime Ordoñez, sabe que en esta profesión hay que resistir para ganar. Y es que desde que nació tuvo claro que quería vivir del espectáculo, una profesión en la que ha alcanzado la fama, aunque está seguro de que aún le queda mucho camino por recorrer: “Todavía no ha tocado techo”, bromea.
- ¿Cúales fueron sus inicios en el mundo del espectáculo?
- No he querido otra cosa en mi vida que ser actor. Antes de dedicarme a esto estudié Derecho, luego trabajé en un negocio familiar de distribución de vinos. Cansado de esa vida, decidí jugármela. Y es que el que no arriesga no gana, aunque el precio sea alto, y yo estaba dispuesto a pagarlo todo. Dejé todo lo que tenía, pasé hambre y dormí en la calle entre otras cosas, pero siempre supe lo que quería ser y hacer. Resistí, aquí estoy, y no me arrepiento de haber vivido las experiencias que he vivido.
¿En qué trabaja actualmente?
- El trabajo más reciente en televisión ha sido el de organizar ‘El fin del mundo’ con José Mota, en el especial de fin de año de la TVE-1 interpretando el papel de Dios Paraíso. Este último año he trabajado en multitud de series como ‘Aquí no hay quien viva’, serie que sin lugar a dudas me puso en la palestra; ‘Sin tetas no hay paraíso’; ‘Física o Química’; el ‘Síndrome de Ulises’ y la serie ‘Acusados’, que se estrena la semana que viene. Estoy trabajando ahora con la obra ‘Auto Sacramental’, y por su puesto continúo trabajando, el camino es largo. Sigo haciendo cosas nuevas. No obstante, este ha sido un buen año.
- Ha trabajado en varios género ¿tiene alguna predilección?
-Este año he hecho sobre todo ficción y sobre todo personajes dramáticos, prácticamente ningún personaje cómico. Cada género tiene unos personajes y unas características diferentes. Lo que es seguro es que donde más a gusto me siento es encima de un escenario, donde sólo hay aire entre el actor y el público y, por supuesto, donde te revolotean las cosquillas en el estómago, no hay segunda toma.
-¿ Cree que el éxito ha llegado ya a su vida?
No. Creo que la vida me ha dado golpes de suerte. Por ejemplo, la serie ‘Aquí no hay quien viva’ dió un empuje a mi vida profesional. Hay que estar ahí y esperar, esto es una carrera de fondo, no de velocidad. El éxito sería trabajar toda mi vida en esto. No he tocado techo, tengo muchas cosas por hacer.
- Ha hecho cinco películas, entre ellas Torrente 3 y nueve obras de teatro, de ellas, seis son autos sacramentales. ¿Qué tiene de especial este género?
-Es mágico, diferente, intenso e inolvidable. Es un espectáculo para los seis sentidos. Es un espectáculo para ver algo inolvidable, para oír y sentir lo increíble. No se puede explicar con palabras. Es un espectáculo muy singular. Hay muchos aspectos que hacen del auto algo diferente. El texto es en verso. Son textos de temáticas arraigadas en nuestras raíces. Es un espectáculo que te conecta inmediatamente. Otra de las cosas que lo caracterizan es la música en directo, compuesta especialmente para la obra.
- El 28 de marzo representáis en Antequera la obra ‘Auto Sacramental’. ¿Es un espectáculo religioso?
Para nada. ‘Auto Sacramental’ es una obra para todos los públicos, creyentes y no creyentes. Para jóvenes y viejos. Es un espectáculo para los sentidos, de recogimiento especialmente para los creyentes que sobrecoge al espectador que está sentado viendo la representación.
- El escenario, la Colegiata de Santa María. ¿Qué tiene de especial este espacio para representarla ahí?
-Es un marco incomparable. Hace siglos que no se representa un auto sacramental en Antequera. El teatro nació en el interior de las iglesias, y que mejor espacio que la Colegiata, de inmensa belleza. La iluminación, la música, el decorado, y el olor a incienso es un todo que crea un ambiente mágico.
- ¿Cuáles son sus proyectos?
- Desde hace casi un año estoy consagrado en cuerpo y alma con este proyecto. Va a ser un año duro y de mucho trabajo. Tendremos que achuchar para llevar a cabo este auto, pero la gente está agradecida de este tipo de esfuerzos, les evade.