Las negociaciones para renovar el protocolo pesquero entre la UE y Marruecos comenzaron este jueves en Rabat, sin que esté previsto llegar a un acuerdo definitivo dado que quedan numerosos flecos por cerrar, según fuentes próximas al encuentro.


Se da por sentado que será necesaria al menos otra nueva ronda en Bruselas, aunque la voluntad de las partes es cerrar el acuerdo antes de fin de año, añadieron las fuentes.
En las negociaciones, que se llevan a cabo en la sede del Ministerio marroquí de Pesca y que concluirán mañana, se parte de un acuerdo de base.


Pero quedan por cerrar todos los detalles técnicos que definen las condiciones de las capturas y que constituyen el contenido del Protocolo, como las categorías de pesca, el tipo de mallas utilizadas, las millas marinas, etc.
Marruecos no quiere que se rebaje el monto de compensación financiera que recibe por el acuerdo (36.1 millones de euros anuales), al menos para poder presentar ante su opinión pública la firmeza de su postura.


Sin embargo, el Parlamento Europeo -que es el que “tumbó” el anterior protocolo el pasado diciembre y que dejó en puerto a los barcos europeos que faenaban en las aguas marroquíes- ha dejado claro que el acuerdo debe ser rentable, y por ello la negociación está ahora en la cantidad de pesca que se permitirá.


La parte europea ha intentado que volvieran a aguas marroquíes los barcos que pescan cefalópodos y crustáceos -que son los que dejan más valor añadido-, pero Rabat se ha opuesto, por lo que las especies que ahora se negocian son básicamente atunes, sardinas, anchoas, boquerones, merluzas y sargos.


Otro de los problemas planteados era que el acuerdo anterior estaba infrautilizado: de hecho, había 119 licencias concedidas (más de 100 para barcos españoles), pero se utilizaron poco más de 70.


Los negociadores también deben tener en cuenta otras dos condiciones impuestas por los europarlamentarios: la sostenibilidad de los recursos ("se pesca lo que sobra") y el reparto geográfico equitativo para las poblaciones locales.


Es este último punto el “políticamente espinoso”: pensado para garantizar que la población del Sáhara Occidental (donde faena parte de los barcos europeos) es beneficiaria del acuerdo, Marruecos se niega a considerar este territorio como una entidad aparte, pero se ha comprometido a dar garantías de que las distintas regiones se verán beneficiadas por el acuerdo.


A las conversaciones de Rabat asisten como observadores representantes de los armadores andaluces y españoles, además del Director General de Recursos Pesqueros del Gobierno español.

Reforma pesquera

La Comisión Europea (CE) se ha declarado satisfecha por el inicio formal en Rabat de las negociaciones de un nuevo acuerdo pesquero entre la Unión Europea (UE) y Marruecos que, según Bruselas, debe respetar los objetivos de la reforma de la Política Pesquera Común (PPC).
la comisaria europea de Pesca, Maria Damanaki, ha subrayado en un comunicado que la cooperación con Marruecos “es esencial de cara a la gestión eficiente de las reservas pesqueras”.

Asimismo, ha explicado que las dos partes del acuerdo se han comprometido a concluir un nuevo convenio que garantice el máximo beneficio para ambas y que se ajuste a las condiciones que se quieren incluir en los acuerdos con terceros países, en el marco de la reforma pesquera.

Las discusiones iniciales son exploratorias y tienen por objetivo abordar los aspectos técnicos que permitan una explotación sostenible y aprovechable de los recursos, la identificación de especies que pueda ofrecer Marruecos y que presenten un valor añadido y las modalidades para un apoyo financiero que se podría otorgar al sector pesquero marroquí, precisó la CE.

La primera ronda formal de negociaciones se prolongará hasta mañana.

El objetivo es concluir cuanto antes un acuerdo de pesca que permita la vuelta de la flota europea, sobre todo española, a los caladeros de ese país.

El anterior convenio pesquero se interrumpió en diciembre del año pasado por el veto del Parlamento Europeo, lo que obligó a regresar a casa a unos 70 barcos españoles, de Andalucía y de Canarias.

En la actualidad, los barcos y tripulantes que se quedaron sin actividad como consecuencia del cese del anterior acuerdo reciben ayudas, pero estos apoyos expirarán a final del año.

El anterior acuerdo ofrecía 119 licencias pesqueras para los navíos europeos, un centenar para los españoles, que no aprovechaban todos esos permisos, y a cambio la UE abonaba a ese país 36,1 millones de euros al año.

La provincia de Cádiz, y en especial, puertos como el de Barbate, está muy pendiente a estas negociaciones que de llegar a un acuerdo, serviría para dar un respiro al sector pesquero de la zona, en clara decadencia desde hace años y con el Golfo de Cádiz bajo mínimos. Un buen acuerdo con Marruecos aliviaría algo esta situación.