El pasado fin de semana el alcalde de Barbate, Miguel Molina encabezó la delegación que se reunió con Larache para iniciar los trámites para un futuro hermanamiento entre ambas localidades marineras de ambos lados del Estrecho. Con este paso se pretende abrir un nuevo tiempo entre dos ciudades que han estado vinculadas históricamente por la actividad pesquera y que tendrá su continuación los próximos meses.
En estas jornadas se desarrollaron varios encuentros, comenzando con una reunión de trabajo con el alcalde de Larache, Abdelilah Hssissen y varios miembros de su equipo de Gobierno, con el fin de definir las diferentes líneas de actuación del futuro hermanamiento de ambas ciudades. Entre los temas que se abordaron, no podía faltar la cooperación en materia de pesca, pero no fue la única temática que se abordó, también se habló de turismo, comercio, transporte, cultura y educación; temas todos de gran relevancia para ambos municipios y que sí todo sigue los cauces actuales se recogerán en un acuerdo a firmar en los próximos meses.
Tras esta primera reunión, se mantuvo una segunda con el sector pesquero, en la que participó la cofradía de armadores y las diferentes organizaciones profesionales de pesca de Larache, además de los representantes municipales, encabezados por el vicepresidente Machij Elkarkri. Esta reunión tuvo lugar en la Escuela de Marina, visita que estuvo acogida por los directivos del centro.
También hubo tiempo para tener un encuentro con el representante de la Asociación Larache en el Mundo, una cita muy importante para hacer partícipe a la ciudadanía de estas relaciones internacionales entre ambas instituciones. Para Miguel Molina, esta vista “permite asentar las bases para las relaciones entre dos pueblos muy conectados desde siempre por la pesca, y así orientar una futura cooperación que nos impulse en el desarrollo económico y social”. En este sentido, continúa el alcalde barbateño, “se trabajará para abrir nuevos cauces de actividad profesional y comercial, además de posibilitar la convivencia en armonía de dos culturas diferentes, aunque para ello vamos a implicar al máximo a la sociedad civil de ambas ciudades, algo que le debemos a los numerosos barbateños que viven en esta ciudad marroquí”.