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Los cocainómanos tardan casi diez años en ser conscientes de su adicción

La edad de inicio en el consumo de la cocaína de sitúa entre 18 y 20 años y los cocainómanos tardan casi 10 años de media en ser conscientes de que tienen un problema de adicción que requiere de un tratamiento.

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La edad de inicio en el consumo de la cocaína de sitúa entre 18 y 20 años y los cocainómanos tardan casi 10 años de media en ser conscientes de que tienen un problema de adicción que requiere de un tratamiento.

Ello se debe a que el adicto a la cocaína tiene un nivel de integración social, familiar y laboral bastante alto y su deterioro físico no es tan evidente como el del heroinómano y explica que la media de edad de los que reciben tratamiento se sitúe en los 33 años.

Así se puso de relieve ayer durante la presentación de unas jornadas de Proyecto Hombre Cocaína y tratamientos ambulatorios, en la que participó la delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya; y el presidente de Proyecto Hombre, Jesús Hernández.

Del total de 14.200 personas atendidas en Proyecto Hombre en 2009, un 44,2% eran adictos a la cocaína, de los que un 37,3% se derivaron a tratamientos ambulatorios y un 61,7% a otros programas o dispositivos, señaló la terapeuta de la asociación Cristina Julve.

El perfil de los atendidos es mayoritariamente hombre (89%), con una edad media de 33 años, el 82% vive en familia (con sus padres o en pareja) y el 71,3% está activamente ocupado (el 65,8% trabaja y el 5,5% estudia).

Aunque las mujeres sólo suponen el 11%, este porcentaje ha aumentado desde el último estudio realizado en 2007, cuando era del 8%, debido a que los tratamientos se han hecho más accesibles para ellas.

La delegada del Gobierno aseguró que todos estos datos se pueden generalizar y recordó que la cocaína es la sustancia ilegal más consumida en España.

A pesar de que desde 1994 el consumo ha ido en aumento, se ha estabilizado en los últimos años, y fue en 2004 cuando se alcanzaron las cifras más altas.

Carmen Moya destacó la complejidad que presenta el tratamiento de los adictos a la cocaína, pues no existe un medicamento sustitutivo como es la metadona en el caso de los heroinómanos, y se trata muchas veces de “problemas silenciosos” al ser personas integradas y no marginales.

Moya señaló que el consumo de esta sustancia se inicia socialmente, aunque “al final es un consumo solitario y sólo se vive para consumir”.

Muchos de los adictos a la cocaína son policonsumidores y las sustancias que consumen más son alcohol (41,2%) y cannabis (24,9%). Cristina Julve explicó que los tratamientos ambulatorios de cocaína tienen un nivel de éxito del 60% y, aunque no especificó el porcentaje de recaídas, sí señaló que éstas se producen en las primeras fases del proceso de desintoxicación.

Esta terapeuta señaló que los tratamientos duran una media de 18 meses y se desarrollan en régimen ambulatorio, con un horario ajustado a las características de cada paciente, normalmente de tarde-noche, con lo que éstos pueden seguir desarrollando una vida normal.
En un 70% se cuenta con el apoyo de la familia.

Los consumidores de cocaína presentan transtornos psiquiátricos como delirios, paranoia, depresión o ansiedad, y también problemas cardiovasculares y cerebrales.

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