El nuevo alcalde de Cádiz, Bruno García, insiste en ir paso a paso para llevar a cabo el cambio tranquilo prometido al frente del Ayuntamiento de Cádiz. Una vez presentado el equipo de Gobierno este lunes, sin dejar que transcurriera más que 48 horas desde la investidura para evitar conjeturas y sin que se hayan producido filtraciones, inició la ronda de visita por dependencias municipales y mantuvo las primeras reuniones con Secretaría General e Intervención para tomar el pulso al Consistorio.
Por la tarde, mantuvo, asimismo, un encuentro con los portavoces de la oposición, Óscar Torres y David de la Cruz, de PSOE y Adelante Izquierda Gaditana, para detallarles las primeras decisiones adoptadas y comenzar a trabajar en el Pleno de Organización, que, efectivamente, no se celebrará la semana próxima, sino, en principio, a final de este mes, el día 30, concretamente, a falta de confirmación oficial.
Bruno García insistió, en referencia a su equipo de Gobierno, en que “no tenemos una varita mágica, pero vamos a hacer lo posible para que cuando acaben estos cuatro años durmamos tranquilos porque hayamos sido capaces de hacer un buen trabajo” y reconoció que “no es su prioridad hacer el reverso” de lo que ha hecho José María González, Kichi, en los últimos ocho años. “No vengo a cambiar nombres de calles y de edificios”, remacho. Para hoy tiene previstas las primeras reuniones con colectivos.