El proyecto de parque eólico marino en el litoral gaditano estaba abocado al fracaso desde el principio. Con un rechazo frontal por parte de las administraciones locales de Cádiz, El Puerto y Rota, y las alegaciones igualmente de Ecologistas en Acción, se puso en entredicho la solvencia económica y técnica de la empresa Bahía de Plata Real Statu 217 S. L, así como el fuerte impacto ambiental y paisajístico, ecológico y en otras actividades económicas como el turismo, el tráfico marítimo o la pesca, que tendría su desarrollo.
Pero lo que cuestionaba definitivamente la iniciativa, tal y como reconocía en un comunicado remitido a los medios de comunicación este martes la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC), fueron definitivas las objeciones planteadas por el Ministerio de Defensa y el informe desfavorable de la Capitanía Marítima de Cádiz.
El documento emitido por Capitanía advirtió, concretamente, de que la instalación crearía una barrera para los buques que entran de poniente y reduciría el canal de navegación al norte, cerrando el paso a barcos de gran tamaño y creando riesgo para las embarcaciones menores. Además, tres de los 18 aerogeneradores previstos inhabilitarían el fondeadero del puerto de Cádiz.
El consejero de Política Industrial y Energía, Jorge Paradela Gutiérrez, también apuntó, a finales de febrero de este año, que el parque eólico marino proyectado entre Cádiz y Rota, a 5,7 kilómetros de la playa de La Caleta y a 4,1 de La Costilla, quedaba, en cualquier caso, a expensas de lo que dispusieran los planes de ordenación del espacio marítimo (POEM) pendientes de aprobación entonces por el Ministerio de Transición Ecológica.
Solo unas semanas después, el Gobierno central dio luz verde en Consejo de Ministros a dicho instrumento de planificación y, según Daniel López Marijuán, portavoz de Ecologistas en Acción, esta iniciativa en la Bahía de Cádiz no podría prosperar, dado que ha quedado excluida en su totalidad “en base a las afecciones para la Defensa Nacional”.