Eva María Orihuela ha lucido hoy una bufanda del Cádiz CF en señal de agradecimiento a la fundación del club que ha impedido el desahucio de su madre en la calle Mesón, en pleno corazón del Pópulo, para destinar a vivienda turística el inmueble.
Aliviada, no oculta su contento por el final feliz de una historia que apuntaba a drama. Se muestra exultante, tanto por la solución ofrecida a su progenitora como por el movimiento prendido contra la gentrificación y el modelo turístico “que devora barrios”.
“Mi madre sufre artrosis y estuvimos buscando durante tres años casa por este entorno”, en el que María Muñoz vivió durante 50 años con Antonio, ya fallecido y a cuyo nombre estaba el contrato de alquiler de su actual vivienda.
“Pero necesita un bajo”, de manera que las opciones se reducían drásticamente.
En estas, se inició el procedimiento de desahucio dada la intención de la finca adquirir la finca completa para pisos turísticos.
Su madre, relata, fue presa de la impotencia ante una situación injusta que movilizó al barrio y concitó el apoyo de plataformas vecinales, entidades y colectivos sociales, el promotor Agustín Rubiales, que ofreció una casa que no estaría construida hasta dentro de dos años, no obstante, y finalmente la Fundación Cádiz CF, que compró el piso actual para que pueda permanecer en él con el pago simbólico de 92 euros.
Hasta que no se resolvió el problema, María Muñoz dejó de ir al centro de educación de adultos o a tomar café y pasear por las calles en las que ha paseado durante medio siglo, presa de los nervios y la desesperación.
“Cuando Pepe Mata (de la Fundación Cádiz CF) vino para contarnos que no tendría que irse, mi madre no se lo creía, sonrió, su cara transmitía paz” al fin. “Ahora es otra persona”, se ha felicitado.
Este martes, María Muñoz, que ha reconocido que “está loca de contenta”, ha permanecido sentada ante una pancarta en la que se podía leer “Menos apartamentos turísticos y viviendas vacacionales y más viviendas para los gaditanos”, mientras Antonio Muñoz, presidente de la Asociación de Amigos y Vecinos del Pópulo, e integrantes de la plataforma contra la venta del Campo de las Balas, Cádiz Resiste, Facua y APDH-A, y más de un centenar de vecinos, han clamado contra la turistificación.
“Mi madre es referente, un icono, de esta lucha”, ha asegurado Eva María Orihuela.