En los últimos días, con motivo de la P.N.L. promovida por diputados independentistas en el Congreso de los Diputados, se ha puesto en peligro la posibilidad de un contrato fundamental para los astilleros de nuestra bahía y para el empleo en nuestra provincia.


La industria naval de nuestra bahía ya sufrió un golpe muy duro a sus posibilidades de crear empleo, cuando se le prohibió construir buques civiles, limitando su actividad en exclusiva a la fabricación de buques militares, cerrar ahora la puerta a esos contratos supondría una condena a muerte a nuestra industria naval.


Ahora vemos cómo un partido independentista intenta cortar las posibilidades de desarrollo de la industria naval española, y no podemos dejar de sorprendernos al ver como las fuerzas políticas que gobiernan en nuestra bahía no sólo no se oponen a los independentistas, sino que se convierten en cómplices de sus intentos de dañar a España y su industria militar.


PODEMOS, con un absoluto desprecio al drama del paro en nuestra bahía, se pone del lado de los intereses del régimen iraní, buscando un rechazo genérico a la venta de armamento a Arabia Saudí, cuando en ningún momento hemos visto estos dilemas morales si los buques o armamento son vendidos a regímenes como el venezolano; queda en evidencia el hecho de que para PODEMOS los intereses de determinados países, como Irán, están por delante de los intereses de los parados gaditanos. Resulta todavía más incomprensible, si cabe, ver cómo un partido como el PSOE puede rebajarse a ir a remolque de los intereses independentistas y en contra de los intereses de la industria nacional.


No seamos hipócritas: Los barcos de guerra siempre son armas, todos sabemos para qué sirven, y nunca podrá garantizarse el uso que los propietarios puedan hacer de las mismas. Lo demás es demagogia, lo que no es demagogia es el hecho de que en España hay decenas de miles de trabajadores que viven de la industria armamentística y que dicha industria tiene un peso fundamental en la economía de nuestra bahía. Con el absoluto drama del paro que vivimos en nuestra provincia, jugar con la posibilidad de trabajo de miles de gaditanos no sólo es temerario, es inaceptable.