Así mismo que la elección que se ha producido en estos días quede sin efecto y no se mantenga la presencia de “mujeres floreros” en ningún acto de representación institucional.
La organización cree que este acto que se viene celebrando desde hace decenios es un “lastre del que se viene arrastrando cuando aún nuestro país no contaba con un sistema democrático. Es una acto que procede, por tanto, de aquellos tiempos en el que las costumbres sociales estaban plegadas a un sistema autoritario y en el que el papel de las mujeres estaba relegado a ser objeto de los deseos de un modelo machista, a un rol reservado a la vida domestica que como mucho se exhibía con motivo de celebrar sus cualidades estéticas con recato y mesura”.
La elección de Chiclanera mayor y menor, para Asocum, “no se olviden de que se elige también a menores”, es un acto de similares características en cuanto a su finalidad que aquellos “denostados concursos de belleza de misses, reinas, damas y demás eufemismos” y tiene por objeto reconocer cualidades estéticas de mujeres y menores, además de formas de comportarse en un momento y en un desfile, “como si de un casting se tratara para que a un jurado experto en esas lides, seguramente con nula conciencia de género, tome una decisión que haga que esas mujeres y niñas y también niños paseen por actos de representación ,estériles durante un largo año”.
Desde Asocum creen que este tipo de acto no sólo es “antiguo, denostado y arcaico” sino que va contra el desarrollo, la evolución de nuestra sociedad y la imagen cultural de las ciudades.
“Desde Asocum entendemos que la elección de una Chiclanera mayor y menor no es un espectáculo inocuo, sino como muy al contrario es una acción injusta y que atenta contra los derechos de las mujeres en cuanto a su imagen y a la proyección del papel que tenemos en la sociedad.
También dice que si alguna institución entiende que es necesario hacer un reconocimiento a las mujeres y hombres de la ciudad y que éstas se traduzcan en la elección de personas del municipio “tiene cientos de oportunidades destacando la labor de chiclaneras y chiclaneros en los ámbitos de la educación, urbanismo, economía, empresa, cultura, solidaridad, igualdad, servicios sociales, medio ambiente, sanitario, judicial, política, medios de comunicación y cualquier otro ámbito de nuestra sociedad. Un ramillete de figuras relevantes de nuestra ciudad se nos ocurren y no nos importaría integrar el equipo de proponentes”.