El primero de éstos se produjo el sábado. A las siete de la mañana varios testigos avisaron a los agentes municipales de que se había producido un accidente en la zona de El Sotillo, cerca de La Barrosa. Cuando la Policía hizo acto de presencia en el lugar de los hechos, pudo comprobar que en el accidente estaba únicamente implicado un turismo, el cual se había empotrado tras perder el control con la valla de una vivienda.
Su conductora fue sometida a las correspondientes pruebas de alcoholemia arrojando éstas un resultado de 0,82 miligramos, una tasa de alcohol en aire espirado muy superior a la permitida por ley, por lo que se le imputó un presunto delito contra la seguridad del tráfico.
Otro accidente
El segundo de los accidentes se produjo el domingo por la tarde en la carretera del Molino Viejo, que enlaza la zona costera con el casco urbano. Una vez en el lugar, los policías comprobaron que en el mismo se encontraban implicados dos turismos, por lo que intentaron mediar entre sus ocupantes para la elaboración de un parte amistoso.
La Policía detectó en una de las conductoras implicadas indicios de estar bajo los efectos del alcohol, por lo que se solicitó la prueba de alcoholemia, arrojando un resultado de 0,90 miligramos en aire espirado. Los agentes indicaron a la conductora que sería trasladada a la Jefatura para ser sometida a una segunda prueba, a lo que ésta se negó manteniendo una actitud desafiante a los agentes así como realizando comentarios despectivos. Igualmente confería amenazas dirigidas a una de las ocupantes del otro vehículo.
Finalmente, la mujer se abalanzó por sorpresa sobre uno de los agentes causándole varias heridas, por lo que fue trasladada a la Jefatura y detenida por un presunto delito de atentado a los agentes de la autoridad, resistencia grave, insultos y amenazas graves y dos presuntos delitos contra la seguridad vial.