Una de las principales novedades estriba en que esta nueva normativa permitirá garantizar la correcta gestión de los residuos de construcción y demolición mediante la fijación de unas fianzas. El fin de las mismas es asegurar que los referidos residuos son tratados en un centro autorizado de acuerdo a las características específicas de los mismos. Así pues, el Ayuntamiento exigirá una fianza a todos los constructores que soliciten una licencia de obras para garantizar un correcto tratamiento de los escombros que generen. Justificado este último extremo, las fianzas podrán ser recuperadas por los solicitantes. De igual forma la ordenanza exime al transportista del coste del depósito de los residuos; obligación, ésta última, que recaerá en el solicitante de la licencia de obra.
La Delegación Municipal de Medio Ambiente de Chiclana, al hilo de la aprobación inicial del nuevo texto de esta norma municipal estudia la puesta en marcha de un plan de choque para evitar que diferentes zonas del término puedan ser utilizadas de forma no autorizada como improvisados depósitos de escombros. En este sentido, el alcalde ha trasladado al presidente de la Mancomunidad su interés porque este ente gestione también algunos puntos controlados de gestión de escombros, que no escombreras, para el acopio temporal de restos de obra y demolición.
Por otro lado, han abordado el asunto de la perrera mancomunada. El alcalde ha mostrado su disposición a la cesión de suelo para la construcción del centro de recogida en el término municipal y se ha comprometido a llevar al Pleno el acuerdo para la cesión de la gestión del servicio a la Mancomunidad.