El alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, no ha ocultado su “satisfacción, que quiero compartir con los vecinos de San Roque”, ante el anuncio por parte de Manuel Morón, presidente de la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras (APBA), de paralizar, a expensas de un estudio de alternativas, la tramitación del fondeadero previsto en la costa norte del municipio. En cualquier caso, Ruiz Boix dijo que “estaremos atentos” para evitar que en unos meses vuelva a ponerse en marcha el mismo proyecto u otro similar.
Morón ha anunciado hoy, martes, que la APBA ha decidido encargar un nuevo estudio de ingeniería y análisis de alternativas para contar con una segunda opinión técnica sobre el fondeadero previsto frente a las costas mediterráneas de San Roque y La Línea. Esto supone que el expediente actual queda paralizado a expensas del resultado de dicho estudio, que ya ha sido encargado y que podría estar terminado en el plazo de dos meses.
El primer edil compartió su satisfacción personal “con los vecinos de San Roque que me han acompañado en esta campaña informativa que comenzamos hace unas semanas y que nos ha llevado a estar en Torreguadiaro, Sotogrande y en Pueblo Nuevo de Guadiaro. En estos encuentros hemos informado sobre ese atentado que se iba a producir contra nuestro sector turístico y nuestras playas”.
Explicó que “ese fondeadero exterior prácticamente iba a ocupar seis mil hectáreas a un kilómetro de distancia de nuestra costa, e iba a tener a más de tres mil barcos en esa zona realizando operaciones de mantenimiento, lo que dañaría al sector turístico”. El alcalde añadió que desea que el nuevo estudio sobre el fondeadero no sugiera de nuevo su ubicación en las costas sanroqueñas.
“En la zona del Valle del Guadiaro -recordó- contamos con un número importante de empleos vinculados al deporte del polo, del golf y de la vela. Pienso que el Ayuntamiento de San Roque está obligado a cuidar este sector para seguir creando empleo y actividad económica en nuestro municipio”. De ahí, señaló, la oposición municipal al fondeadero exterior planteado por la APBA.
Tras mostrar su agradecimiento a todas las personas que han apoyado la postura del Ayuntamiento en este asunto, el regidor sanroqueño recalcó que “hemos ganado la primera batalla. Pero vamos a seguir atentos, y aún queda mucha tarea”.
De hecho, no ocultó que si desde el Consistorio se considera que el resultado del nuevo estudio también atenta contra los intereses del municipio, se llevarán a cabo “alegaciones, sugerencias, e incluso presentaremos los recursos legales que estén a nuestro alcance”.
Finalizó haciendo un llamamiento al pueblo de San Roque. “Tenemos -subrayó- que defender nuestro municipio y vamos a estar unidos frente a este tema.También quiero agradecer la colaboración de Verdemar-Ecologistas en Acción y del resto de grupos ecologistas, así como a las asociaciones de vecinos y comerciantes que iban a estar afectados por este fondeadero, y que son los que han alzado la voz en estos primeros encuentros informativos”
Más de 200 personas participaron en las tres charlas informativas contra el fondeadero que organizó el Ayuntamiento a principios de mayo. Además, hay que recordar que en el Pleno Ordinario de abril se aprobó por unanimidad una declaración institucional que rechazaba este proyecto de la APBA.
Esta ampliación del espacio portuario fue llevada en dos ocasiones al Consejo de Administración de la APBA (en marzo y abril pasados), siendo retirada en ambos casos del Orden del Día debido a las presiones de distintos colectivos y administraciones, como el Ayuntamiento de San Roque. Según este proyecto, el fondeadero está previsto desde donde terminan las aguas en disputa con Gibraltar, en la zona linense de Torrenueva, hasta la frontera con Málaga. Por lo tanto, afectaría a parte del litoral linense y, en cuanto al sanroqueño, a las zonas de Alcaidesa, Borondo, Guadalquitón, Sotogrande, Torreguadiaro y Cala Sardina.
El fondeadero supondría la presencia constante de barcos con actividad en el Puerto de Algeciras frente a estas costas, en las que se ubican playas con gran número de visitantes, enclaves turísticos y espacios naturales, además de que en sus tres caladeros se realizan tradicionalmente faenas de pesca. Además del impacto visual que generaría, está el temor a contaminación de las aguas y atmosférica, lo que frenaría en seco el desarrollo turístico de la zona y sus perspectivas de crecimiento económico sostenible.
En las tres reuniones, desde el Ayuntamiento se instó a que todos los vecinos, colectivos y administraciones que rechazan el fondeadero presionaran a los miembros del Consejo de Administración de la APBA para que, en caso de que se votara este punto, lo hicieran en contra. Así, se sugería a los empresarios turísticos y hosteleros que trasladaran su opinión a la Cámara de Comercio, y los vecinos y colectivos a los sindicatos y administraciones que tienen representantes en el citado consejo.