El periodo vacacional va llegando a su fin para muchos de vosotros y toca retomar la actividad de forma paulatina y, con ella, la rutina. Tras meses de sol, playas, piscinas, terrazas y comilonas debemos ponernos manos a la obra para sanar cuerpo y mente. La pérdida de nuestros buenos hábitos durante algunas semanas, o meses, para los más afortunados, han pasado factura.
Entre los agentes que más afectan a nuestra piel está la radiación UVB y UVA, favoreciendo el envejecimiento de la piel y la aparición de arrugas, falta de luminosidad y tono irregular facial. Las claves para recuperar la piel y el cuerpo son retomar hábitos de alimentación saludables, realizar cinco comidas diarias, no picar entre horas cualquier cosa, sino fruta o frutos secos, por ejemplo, establecer horarios de comidas, una rutina deportiva, intentar dormir entre 6 y 8 horas al día, y evitar el alcohol y el tabaco.
No estaría de más visitar al dermatólogo para que localice los daños y cambios en vuestra piel y os aconseje un tratamiento específico personalizado para recuperarla, esto unido a una buena rutina cosmética. Es muy aconsejable exfoliar tanto rostro como cuerpo para eliminar las células muertas y beber mucho líquido. Lo ideal es consumir unos dos litros de agua diariamente, también tisanas, zumos naturales, teniendo en cuenta los azúcares. Con un nivel óptimo de hidratación es más fácil rebajar peso y eliminar toxinas y os aportará la dosis necesaria de minerales. A veces la sensación de hambre es en realidad de sed.
Huid de las prisas, sed pacientes para no caer en un estado de ansiedad y acabar comiendo compulsivamente, sobre todo chucherías. Con constancia, en poco tiempo recuperaréis la forma física y el tono de la piel e incluso llegareis a mejorarla, para asegurar una vuelta óptima al trabajo.
