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Maluma: la magia de lo simple

El colombiano protagonizó en Chiclana un espectáculo impecable, lleno de frescura, potencia y dinamismo

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Maluma no defraudó.

Aunque muchos renieguen de él por sus letras estereotipadas, de explícita sexualidad y dudosa profundidad, lo cierto es que Maluma es una superstar. Como ya hiciera en Madrid o Marbella, el cantante colombiano volvió a demostrar este viernes en Chiclana, en el Concert Music Festival, que el mensaje que desprenden sus letras no provoca tanto rechazo como parece y, lejos de desertar, un ejército multitudinario de fans le sigue incondicionalmente.

Le pese a quien le pese, el concierto de Maluma en Chiclana superó todas la expectativas posibles. Bien es cierto que el espectáculo empezó con 20 minutos de retraso, que se hizo corto -menos de una hora y media- y que se echaron en falta algunos de sus éxitos. Pero es lo único que se puede criticar. El resto, un espectáculo impecable, lleno de frescura, potencia y dinamismo. Así fue, Chiclana vivió este viernes una noche apoteósica musicalmente hablando y el mérito ha sido de Juan Luis Londoño (Maluma) y de los que junto a él hacen posible semejante espectáculo: un show repleto de baile, llamaradas de fuego, humo y fuegos artificiales. Pura “Magia”, como él mismo lleva tatuado en su antebrazo.

A las 22:50 horas, aproximadamente, se apagaban las luces del Concert Music Festival. Miles de fans esperaban al artista desde que a las 20:30 horas se abrieron las puertas. La espera merecía la pena. Un vídeo en el que se mezclaban imágenes de Maluma con un corazón gigante anunciaba la llegada del artista. “Este corazón estaba esperando este momento. Hoy va a latir como si fuera la primera vez. Les entrego mi corazón”.

El corazón de los miles de fans que le esperaban se aceleraba ante tal anuncio y a la misma velocidad de sus latidos sacaban sus móviles para inmortalizar la aparición del artista sobre el escenario. Como si acabara de venir de la playa, con un look de lo más veraniego y completamente mimetizado con el entorno, Maluma apareció ataviado con unas bermudas cortas blancas y rosas, camiseta blanca, camisa rosa abierta, gafas de sol, calcetines blancos por encima de los tobillos y zapatillas. Subió al escenario acompañado de sus bailarinas e inició el show con uno de sus temas más conocidos: Hawai.

El público respondió desde el primer segundo y el cantante colombiano les cedió el micrófono. Los miles de fans pusieron la voz y el corazón.

A este tema siguieron el de Madrid, Corazón y HP, entre otros, todo ello acompañado de un buen elenco de bailarinas y de los gritos del público que, en ocasiones, sobresalían sobre la música.

También dio vida a su infalible Vente pa’ ca de Ricky Martin y al no menos aclamado Chantaje de Shakira.

Antes de adentrarse en un formato más acústico, el artista se sinceró con su público.  “Es un honor estar aquí con ustedes. Sé que hace un par de años las cosas han estado muy difíciles. Yo pensé que ya los conciertos se habían acabado porque pasaron casi dos años sin poder verlos. Me sentía horrible por no poder compartir tiempo con mis fanáticos”, confesó.

“Esta noche estamos aquí en una ciudad llena de arte. Es un lugar lleno de gente talentosa, de gente bonita y aquí se siente, sobre todo, una energía especial”, dijo el artista, quien reconoció que era la primera vez que visitaba el escenario del Concert Music Festival, pero que esperaba que no fuera la última.

Tras saludar a los asistentes, tanto de la pista como de las gradas, se dirigió a estos últimos y les invitó a bailar, aunque fuera desde sus asientos: “Si yo voy a un concierto de Maluma baby yo quisiera estar aquí (señalando la pista), porque me gusta bailar, me gusta perrear, me gusta sudar”.

Perreos aparte, ahora llegaba el momento más relajante del concierto, pues el artista colombiano también sacó su vena nostálgica e interpretó temas como ADMVMojando asientos y Maluma Tetema, primero en acústico y luego en versión original.

“Esta canción (en referencia a Amor de mi vida) va dedicada a esas personas que aún creen en el amor. Chiclana, ¿ustedes creen en el amor?”, preguntó el cantante, obteniendo inmediatamente por respuesta un Sí rotundo al unísono del público.

El repertorio de la noche se sustentó sobre casi una veintena de canciones, entre las que lo faltaron sus exitosos Borro Cassete, Sobrio, Felices los 4 o Cuatro baby, entre otros.

Durante la interpretación del tema Mala mía se produjo un incidente entre dos asistentes que se encontraban en la pista e iniciaron una pelea. Maluma no dudó un segundo en parar en seco el concierto. “No sé cómo se llaman ustedes pero las que estuvieron peleándose se van ya de mi concierto. Uno tan viejo y con esas huevonadas. Fuera, fuera ya mismo”, gritaba rotundo mientras el personal de seguridad desalojaba a estas dos personas. “Aquí solamente energía positiva”, insistía enfadado. Fueron apenas unas segundos de tensión, que se resolvieron enseguida. Seguidamente, el cantante pedía a su público: “Súbelo. Súbelo”, para continuar su espectáculo en el punto donde lo dejó.

El broche final lo puso como empezó, con el tema Hawai, que volvió a hacer vibrar a un público muy entregado.

Sin lugar a dudas, Maluma demostró que pese a ser uno de los artistas más criticados del panorama musical por el contenido de sus letras y videoclips, hay un ejército de fans que le quiere y le acompaña en sus directos. La magia es así… está en lo simple.

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