Este episodio para la historia de los Óscar tiene de fondo una enfermedad poco común
La alopecia o pérdida de pelo en ciertas áreas del cuero cabelludo que sufre Jada Pinkett, la esposa del actor Will Smith, podría estar originada por una predisposición genética que ocasiona una reacción autoinmune y cuyo desencadenante puede estar, entre otros, en alteraciones emocionales.
Una broma relacionada con la alopecia de Jada Pinkett por parte de Chris Rock, uno de los conductores de la gala de los Óscar, provocó que Will Smith, ganador de la estatuilla al mejor actor, se levantara y le abofeteara.
Este episodio para la historia de los Óscar tiene de fondo una enfermedad poco común de la que la propia Jada Pinkett ha hablado en redes sociales y ha mostrado ya franjas de su cuero cabelludo en las que apenas crece pelo, razón por la que lo llevaría rapado.
Se trataría de una alopecia ocasionada por una alteración autoinmune que se denomina alopecia areata.
“Es una pérdida de pelo circunscrita a un área, lo que se conoce como placa, generalmente en el cuero cabelludo pero también en otras partes del cuerpo como las cejas, la barba…”, explica a EFE el jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, Eduardo López Bran.
Según el dermatólogo, la pérdida de pelo puede afectar a la mitad de la extensión del cuero cabelludo y, en ocasiones, se extiende a toda la cabeza, lo que se conoce como alopecia areata total. En los casos más graves puede impactar en todas las áreas del cuerpo con pelo; es la alopecia areata universal.
Este trastorno tiene un origen multifactorial, en especial una predisposición genética que provoca una alteración autoinmune.
“Esa alteración hace que el organismo active el sistema de defensa contra el folículo piloso como si fuera un invasor externo y desarrolle anticuerpos contra ese folículo dando lugar a su pérdida”, indica el especialista.
Esa pérdida “acontece de forma brusca”, aunque no siempre hay una destrucción irreversible del folículo piloso, por lo que la alopecia puede dar lugar a “una repoblación de pelo espontánea, sin tratamiento”, sobre todo si se trata de una placa única o pequeñas placas, pero cuanto más extensa sea esa placa peor es el pronóstico.
La respuesta autoinmune se puede desencadenar o agravar por alteraciones de tipo emocional, como inquietud, ansiedad o estrés, o por cualquier otra alteración del organismo, como otras enfermedades autoinmunes relativas a la glándula tiroidea.
El tratamiento debe ser completo, desde abordar la alteración autoinmune a la pérdida de pelo, pero también los factores psicológicos.
La alopecia areata puede afectar tanto a hombres como a mujeres, incluso a niños, y hay más probabilidades si hay antecedentes familiares.