El utrerano del Sevilla bien sabe que la degraciada lesión de Trochowski y la aún recuperación de Perotti van a provocar que tenga su última oportunidad para convencer a Míchel, a Monchi, a Del Nido y a todo el sevillismo.
Se le agota el crédito a Reyes. Defenestrado, agotado desde su regreso a la capital andaluza. Por tal motivo, al futbolista no le quedaba otra que sincerarse ante la afición de manera pública antes de apretar los dientes para correr y subirse en su último tren sevillista.
“He perdido 8 kilos. En verano uno se pasa más de la cuenta. Los he perdido comiendo lo que hay que comer y entrenando”. La sinceridad a veces deja de ser una virtud. Entre líneas más de un aficionado puede llegar a pensar que cómo un futbolista que gana lo que gana y que llega a un club tras una importante inversión es capaz de decir que “en verano uno se pasa más de la cuenta”.
Sea como fuere, lo único cierto y real es que Reyes sólo tendrá esta opción para demostrar que a sus 29 años no se le ha apagado el fútbol en sus botas.
“Se verá al mejor Reyes y seré el que todo el mundo espera. Estas dos semanas me han venido muy bien para mejorar en lo físico”, afirma el utrerano en los medios oficiales del club.
Ciertamente, dos entrenadores hasta la fecha han sabido encarrilar al extremo, Caparrós y Quique Sánchez Flores, aunque, según él, con Míchel se entiende muy bien. “Me da confianza. He hablado con él que voy a jugar más por el centro", dice un jugador que deberá renacer.