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Los Lakers apabullan a los Warriors en la nueva era 'post-Brown'

Con Bernie Bickerstaff momentáneamente en el banquillo, los Lakers mostraron esta noche en el Staples Center una mejor imagen

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Los Angeles Lakers respondieron al despido de su ya extécnico, Mike Brown, y apabullaron a los Golden State Warriors (101-77) en una nueva jornada de la NBA, en la que el escolta Kobe Bryant volvió a echarse al equipo a la espalda con sus 27 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias, acompañado por los 14 tantos de Pau Gasol, para liderar el mejor encuentro de los angelinos esta temporada.

   Con Bernie Bickerstaff momentáneamente en el banquillo a la espera del nuevo entrenador, los Lakers mostraron esta noche en el Staples Center una mejor imagen que la que hasta ahora les había hecho protagonizar el peor arranque en liga en los últimos 34 años. Una mayor intensidad defensiva fue la clave para llevarse la segunda victoria de la campaña, sustentada además por la falta de ataduras a un sistema al que no acababan de adaptarse.

   El ala-pívot español Pau Gasol volvió a ser el mejor socio de Bryant; el de Sant Boi se destacó con un 'doble-doble' de 14 puntos y 16 rebotes, en un partido en el que los suplentes se convirtieron en los protagonistas al firmar un total de 37 tantos.

   Sin embargo, no empezaron bien las cosas para los de púrpura y oro, que a los pocos minutos ya tenían que remar contra un marcador adverso, cimentado por los errores en el tiro -4 de 18-. El reserva Darius Morris, con dos triples, y el también suplente Jordan Hill pudieron revertir la situación. Stephen Curry -18 puntos- lideraba a los de la bahía de San Francisco, que se fueron nueve abajo al descanso (47-38).

   Un parcial de 0-7 a favor de los visitantes volvió a atraer los fantasmas, mientras el público del Staples gritaba "We want Phil!" -"¡Queremos a Phil!"-, en referencia al extécnico Phil Jackson. A pesar de todo, la voluntariedad de Bryant parecía suficiente para evitar que la derrota azotase de nuevo a los Lakers. Un parcial de 10-0 les devolvía la cómoda ventaja, que fueron incrementando hasta celebrar el triunfo final.

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