El español Fernando Alonso (Ferrari) pasó del séptimo puesto en salida al segundo al final del Gran Premio de Singapur gracias a una gran salida y una buena estrategia, con la victoria del líder del Mundial, el alemán Sebastian Vettel (Red Bull) que exhibió un ritmo inalcanzable.
Una salida espectacular, en la que aprovechó la zona limpia y alargó la frenada para pasar del séptimo al tercer lugar, y la acertada decisión de aguantar con los neumáticos puestos a mitad de carrera aprovechando el coche de seguridad, fueron las claves de un segundo puesto que sabe "a victoria", según dijo el asturiano.
El gran papel de Alonso en la carrera no oculta que el líder del Mundial, el alemán Sebastian Vettel, sigue siendo inalcanzable tanto en clasificación como en ritmo de carrera, ya que en ningún momento dio opciones y conservó desde salida el primer puesto.
Tras Vettel y Alonso, el finlandés Kimi Raikkonen (Lotus) fue tercero, seguido por el alemán Nico Rosberg (Mercedes), el británico Lewis Hamilton (Mercedes) y el brasileño Felipe Massa (Ferrari), que fue sexto, debido a que el australiano Mark Webber (Red Bull) rompió el motor en la última vuelta y no pudo terminar la carrera.
La zona de puntos se completó con el británico Jenson Button (McLaren), seguido por su compañero mexicano Sergio 'Checo' Pérez, mientras que el alemán Niko Hülkenberg (Sauber) fue noveno y su compatriota Adrian Sutil (Force India), décimo.
La salida de Alonso fue toda una lección de pilotaje. El asturiano se fue por la derecha de la pista y resultó ser la trazada correcta. Por la zona limpia, Alonso superó a su compañero Felipe Massa, Lewis Hamilton, Mark Webber y consiguió colarse por delante del francés Romain Grosjean (Lotus) alargando la frenada, en una maniobra que le permitió superar cuatro puestos de salida.
Mientras tanto, el alemán Nico Rosberg (Mercedes) intentaba desafiar el primer puesto de Sebastian Vettel (Red Bull) en la primera curva, aunque poco después el líder del Mundial recuperaba el puesto y empezaba a tomar distancia rápidamente.
Un accidente del australiano Daniel Ricciardo (Toro Rosso) en el giro 25, cuando se fue al muro en la curva 18, provocó la salida del coche de seguridad, momento que aprovecharon varias escuderías, como Ferrari con sus dos pilotos, para cambiar neumáticos; mientras que ni los Red Bull ni los Mercedes cambiaron sus gomas.
De esta forma, tras las cinco vueltas realizadas, Vettel y Rosberg seguían siendo primero y segundo, seguidos por Webber, Hamilton y Alonso. El alemán volvió a demostrar un ritmo imparable, obteniendo en unas cinco vueltas una ventaja superior a los 15 segundos respecto a Rosberg.
Con Webber, Rosberg y Hamilton parando en la vuelta 42, Alonso se aupó hasta la segunda posición, que ya no abandonó hasta el final. El siguiente en parar fue Vettel, que con 30 segundos de ventaja sobre Alonso, tuvo todo el tiempo del mundo para colocar neumáticos nuevos y poner de nuevo distancia con el español.
La estrategia del asturiano, que mantuvo los neumáticos puestos en la vuelta 25 hasta el final, se demostró efectiva para alcanzar el segundo cajón del podio, mientras que tercero fue un sorprendente Kimi Raikkonen, que había salido decimotercero por los dolores de espalda que sufrió el sábado.
"Era una decisión arriesgada, pero no teníamos nada que perder, terminar segundos o quintos nos daba igual. Hemos cuidado los neumáticos y el coche ha tenido un gran rendimiento", explicó Alonso después en el podio, preguntado por lo arriesgado de mantener los mismos neumáticos más de 30 vueltas en un circuito muy exigente.
Sin embargo, ni siquiera esta gran maniobra permite al asturiano acercarse al dominio apabullante del alemán Sebastian Vettel (Red Bull), que incrementa su distancia en el Mundial hasta los 60 puntos frente al español.
Con su séptima victoria de esta temporada, tercera consecutiva tras Bélgica e Italia, Vettel encara ahora la fase del campeonato que le fue más favorable el curso pasado: los circuitos de Corea, Japón e India, en los que en 2012 fue intratable y sentenció el Mundial.