Lo que es la vida, ayer se la jugaba Djukic y el miércoles lo hará Emery. El míster sevillista la lío en su antigua casa con un cambio que sólo sirvió para regalarle el encunetro a los del Turia. El Sevilla salió derrotado y en plena crisis deportiva.
Y eso que el técnico vasco dispuso de el mejor once para su reencuentro con Mestalla. Lo más destacable, quizás, la titularidad más que merecida del joven Jairo. El cántabro viene siendo uno los jugadores que más aporta cuando gana minutos desde el banquillo. Por su parte, Gameiro retornaba a la punta de lanza en detrimento de Bacca.
Arrancó el partido con muchos nervios. Demasiado en juego y ello se reflejaba en la tensión de las defensas. La primera en el 2 para el exbético Pabón tras un error en el despeje de Cala. Su disparo se marcho cruzado. Pero los fallos atrás eran constantes y ello daba vida al conjunto ché, bastante más entonado en los primeros minutos.
Diecisiete minutos debió aguardar el Sevilla para llegar con cierto peligro a la meta de Diego Alves. Una buena internada de Jairo, de lo mejor de los de Emery hasta el momento, pero el cántabro se hinchó de balón y no vio a Marin, libre de marca. Más lento estuvo el extremo cuando en el 28 se plantó solo en el área rival. Los nervios le jugaron una mala pasada. Al menos, los de Nervión lograron sacudirse el dominio inicial de los de Mestalla.
Hasta que en el 32, con polémica incluida porque M’Bia estaba tendido sobre el césped, el Valencia vio puerta. Internada por la izquierda de Fede que puso de gol a Jonas para batir a Beto por bajo. Las imprecisiones defensivas comenzaban a salir muy caras en los visitantes.
Incluso pudo ser peor si en la última jugada antes del tiempo de descanso Undiano Mallenco hubiera visto la mano de Coke dentro del área. El colegiado se declinó por mandar a los jugadores a los vestuarios tras 45 minutos en los que el Sevilla vino a demostrar porque hasta ese instante era el último de la Liga.
Mismos veintidós hombres para arrancar el segundo periodo, con el 1-0 en el luminoso. Empezó con ganas el conjunto de Emery. Con mayor intensidad y profundidad. Hasta tal punto que a los dos minutos de la reanudación del duelo pudo igualar tras una buena triangulación entre Gameiro, Marin y Vitolo. El canario no estuvo acertado en el mano a mano con el meta valencianista. Pero a la siguiente buscó, rascó y encontró premio el Sevilla. Lo merecía tras un reinicio explosivo. Así, al saque de esquina de Rakitic en el 51, M’Bia la peinó con la testa para que Gameiro, libre de marca en el segundo palo, sólo tuviera que empujarla. El empate hacía justicia.
Y cuando mejor parecía el Sevilla, Unai hizo de las suyas quitando a Gameiro del terreno de juego por Cristóforo. Las intenciones con este cambio sólo las conocía él mismo.
Lástima la de Vitolo en el 68. Una buena contra comandada entre él y Jairo terminó con un lanzamiento desde fuera del área del canario, pero su trallazo se marchó por encima del larguero. Además, esa jugado le costó cara, ya que Vitolo tuvo que marcharse con molestias musculares.
Pero peor fue el castigo cuatro minutos después. Jonas de nuevo apareció para ajusticiar a los nervionenses. Su chut cruzado desde fuera del área sí vio puerta para poner el 2-1 en el 72.
Y la puntilla en el 81. Saque de falta lanzado por Banega al segundo palo y Víctor Ruiz fulminó al Sevilla de Emery con la cabeza. El vasco no daba crédito. La palabra crisis se dibujaba en su rostro. Al final, tensión, empujones y colista en solitario.
Del Nido: “Hay que estar tranquilos”
El presidente del Sevilla, José María del Nido, quiso salir al paso y argumentar tras la derrota que “hay que estar tranquilos. Es un proyecto nuevo. Tras jugar contra Atlético, Barça y Valencia, debemos arrancar”, decía en los micrófonos de Canal Plus. Sí afirmaba que “la actitud ha sido negativa por los jugadores y por el entrenador. Discutir al técnico no sería bueno”.
El Sevilla Atlético se mete en un lío (1-6)
El filial siga inmerso en una verdadera crisis deportiva y, sobre todo, de resultados. Los de Ramón Tejada volvieron ayer a naufragar en la ciudad deportiva, esta vez frente a un serio Melilla. Los visitantes le dieron un severo correctivo durante los 90 minutos. Seis goles en contra por uno a favor que deja al Sevilla Atlético en el pozo del grupo cuarto con tan sólo dos puntos obtenidos.