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La fe le da al Valencia el triunfo 500 y mantiene invicta La Fonteta

El Valencia Basket saltó a la pista dispuesto a controlar el choque desde su defensa, y lo logró

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El Valencia Basket sumó ante el Herbalife Gran Canaria su victoria 500 en la Liga ACB en un encuentro en el que a mitad del tercer cuarto parecía estar contra las cuerdas, pero en el que su fe y las ganas que demostró por sumar el triunfo le empujaron a una remontada que le permite mantener la segunda posición y abrir distancia con un rival directo.

El Valencia Basket saltó a la pista dispuesto a controlar el choque desde su defensa, y lo logró. Sam Van Rossom ahogó a Tomás Bellas y al Herbalife Gran Canaria se le cerraron los caminos hacia el aro local.

Además, siete puntos casi seguidos de Romain Sato dieron a los locales un primer empujón en ataque.

Pero a los locales no les entraban los tiros. Solo lograron uno de once primeros triples y dieron tiempo a los insulares a meterse en el encuentro. Lo hicieron gracias a la agresiva dirección de Albert Oliver y a la gran actuación ofensiva de Ian O'leary, que sumó 14 puntos en apenas diez minutos y le dio la vuelta al marcador (24-31, m.16).

La desconfianza que generaban los errores en el tiro multiplicó la sensación de falta de frescura en los locales por la acumulación de partidos y la falta de efectivos en una rotación en la que hoy recuperó a Serhiy Lishchuk, pero en la que aún no puede contar con Bojan Dubljevic, Pablo Aguilar y Vladimir Lucic.

De hecho, los de Velimir Perasovic no pudieron ni aprovechar el descanso que Pedro Martínez dio al alero irlandés en los últimos minutos de la primera parte, pues el empuje de Brad Newley, que como Oliver se enfrentaba a su ex equipo, bastó a los visitantes para llegar al descanso con el choque controlado (29-36, m.20).

En la reanudación, dos nuevos 'golpes' en forma de triples, uno de Bellas y otro de Báez, hicieron tambalearse a los locales hasta rozar el KO y establecer una nueva máxima renta para los visitantes (30-43, m. 24). Pero, pese a todo, el Valencia logró mantener su plan: sacar la tercera falta a Xavi Rey, llevarlo al banquillo y romper así la supremacía visitante bajo el aro.

Fue Serhiy Lishchuk quien lo consiguió y el efecto fue inmediato. Con un parcial de 15-2, los locales levantaron a La Fonteta, nivelaron el marcador y le pasaron el 'bloqueo' mental a su rival (45-45, m. 28).

Oliver sostuvo a los visitantes en los peores momentos, pero aunque el exceso de revoluciones impedía al Valencia en un primer momento tener la claridad necesaria para culminar su remontada, finalmente su constancia le permitió culminar su remontada con dos triples seguidos de Oliver Lafayette (61-56, m. 36).

El base estadounidense y Pau Ribas lograron hacerse definitivamente con el mando del choque y mantuvieron sometido a un Gran Canaria que aún se lamentaba de haber dejado escapar vivo al Valencia, y que además perdió su primer partido como visitante y, tras empezar la liga con cinco triunfos, suma tres derrotas seguidas.

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