El Real Madrid apurará sus escasas opciones de ganar la liga ante un Celta con la permanencia asegurada y pendiente de quién será el sustituto de Luis Enrique en el banquillo, ante la casi segura marcha del asturiano al Barçelona.
El tropiezo del conjunto blanco el pasado miércoles en Zorilla, donde empató a un gol ante el Real Valladolid, le ha quitado bastante trascendencia al duelo, ya que sólo una carambola permitiría al equipo de Carlo Ancelotti alzarse con el título.
Con la final de la Liga de campeones contra el Atlético de Madrid en el horizonte, el Real Madrid se presenta con muchas bajas.
El pinchazo en Zorrilla acabó con casi todas las opciones blancas de conseguir su segundo trofeo de la temporada tras levantar la Copa del Rey. Para continuar en la pelea, tendrá que ganar en Vigo y esperar las derrotas del Barcelona y del Atlético de Madrid, que se enfrentan al Elche y al Málaga, respectivamente.
Si eso ocurre, aún dependerá de otra derrota del cuadro rojiblanco en la última jornada, en la que visita al Barcelona en el Camp Nou.
Pero mientras pasan los días hasta el 24 de mayo, Ancelotti y sus hombres tienen que jugar dos partidos y rezar para que sus jugadores no sufran más percances físicos. Por culpa de uno de ellos, no podrá contar con su goleador Cristiano Ronaldo, al que reservará en Madrid para que se recupere al cien por cien de una "fatiga muscular". Su presencia en la final de la Liga de Campeones es importantísima y el entrenador italiano no quiere arriesgar.
Pero no será la única ausencia en Balaídos. Aparte del lesionado de larga duración Jesé Rodríguez, tampoco jugarán el lateral derecho Dani Carvajal, el central francés Raphael Varane, el centrocampista argentino Ángel Di María y el defensa portugués Pepe, el más grave de los cuatro con una lesión muscular de grado uno en el sóleo de su pierna izquierda.
Quienes sí podrían volver a tener minutos después de dos lesiones de larga duración son Álvaro Arbeloa y el alemán Sami Khedira, que, como declaró Ancelotti, tendrían una oportunidad en la segunda parte del encuentro, cuando el ritmo sea más bajo.
El preparador transalpino tendrá que hacer una alineación diferente, en la que el portugués Fabio Coentrao o el brasileño Marcelo Vieira podrían actuar en el lateral derecho mientras que Nacho Fernández jugaría de central junto a Sergio Ramos. Además, Gareth Bale, ausente la pasada jornada, volverá al once una vez recuperado.
Hay expectación por ver cómo recibe la afición gallega a Luis Enrique, después de que el pasado lunes se reuniese en Gavá con el director deportivo del Barcelona, Andoni Zubizarreta, tan sólo tres días después de que en su comparecencia semanal ante los medios de comunicación afirmase que él cumplía los contratos que firmaba y calificase de "especulaciones" los rumores que lo situaban el próximo año en el Camp Nou.
Aunque en Vigo ya daban por perdido al entrenador gijonés desde hace semanas, esa reunión no ha gustado en la directiva del Celta, aunque de puertas para fuera se intenta trasmitir un mensaje de tranquilidad, como si nada hubiese pasado.
Luis Enrique, que vivirá probablemente su último partido como entrenador celeste en Balaídos, no ha querido alimentar los rumores sobre su futuro y ha evitado todas las preguntas comprometidas en la rueda de prensa que ha dado este mediodía.
A diferencia de lo que suele ser habitual en el técnico gijonés, confirmó que Sergio Álvarez será el portero titular, pero no dio más pistas sobre el once que alineará mañana, al que podrían regresar Rafinha, que también se despide ante el Real Madrid del celtismo, y Charles, después de que ambos descansaran frente al Osasuna.