¿Otra vez? Sí, otra vez. Es la eterna pregunta con una misma respuesta que la afición sevillista se viene haciendo a lo largo de esta temporada con los encuentros ligueros de su equipo disputados a domicilio.
En Mestalla siguieron los fantasmas imperando sobre un equipo desdibujado y que ni siquiera fue capaz de lanzar a puerta en los primeros 45 minutos.
No es menos cierto, que este domingo el Valencia se jugaba la vida en su particular lucha por la permanencia, mientras que el Sevilla mantiene todas sus miras puestas sobre la Europa League y el trascendental duelo del próximo jueves frente al Athletic en el Sánchez-Pizjuán. Y eso se palpó desde el primer minuto de juego. Sólo el Valencia mostró su imperiosa necesidad con una serie de acercamientos peligrosas sobre el marco de Sergio Rico. Durante la primera media hora de partido, el conjunto de Pako Ayestarán dispuso de varias ocasiones para marcar y forzó media docena de córners.
Hasta que en el minuto 41 Parejo adelantó a los de Mestalla con un lanzamiento de falta que rebotó en la barrera y que imposibilitó la estirada de Sergio Rico. Así, con la ventaja merecida de los locales, se llegó al descanso.
Vitolo y Gameiro aparecieron en escena tras el regreso de los vestuarios y eso se notó. El Sevilla fue más incisivo y comenzó a crear ocasiones ante la meta defendida por Diego Alves. Así, con el paso de los minutos, los de Nervión se convirtieron en claros dominadores ante un Valencia demasiado replegado, queriendo guardar su ropa. Pero de poco le sirvió ante el empate de Gameiro en el 86, tras un pase en profundidad que aprovechó el francés para batir por bajo al brasileño.
Y con el punto ya por bueno, en el tiempo de prolongación, el exsevillista Negredo cazó una melé en el interior del área, con una mano incluida, para darle el triunfo al Valencia. Al final, lo de siempre, otra derrota a domicilio.