Árbitros del V.A.R., tal y como vaticinaba el nombre de la chirigota. Al acoso escolar dedican la primera letra, pero no el sufrido por un alumno, sino por un profesor. Bien desarrollada. La música del estilo inconfundible de ‘Remolino’.

Critican en el segundo pasodoble las numerosas comodidades de las que disponen las cárceles en las que “Montoyas, Manadas y Carcaños” viven bien mientras las famlias destrozadas “sufren fuera su calvario”. Simpaticona la tanda de cuplés. Completan con un popurrí muy entretenido. Buen pase.