La presentación del coro sigue sonando con la misma fuerza que en preliminares, a pesar de la imagen de ver un teatro semivacío de un público que alargó el descanso más de de lo debido provocando una desoladora foto en la última noche concurso.
En el primer tango narran la desgraciada historia de un obrero que, por falta de materiales que garanticen la seguridad laboral, fallece en un accidente de trabajo. Sin embargo, la gran sorpresa de la noche en el coro llegaría en la segunda letra, dedicada a aquellos
yesterdays de Juan Carlos Aragón y a unas letras que, por desgracia, podrían valer también para los tiempos actuales. En el final del tango, además, saldrían varios integrantes de aquella chirigota para interpretar los últimos compases para delicia de un teatro que se llenaba poco a poco.
Se acuerdan del pregonero en el primer cuplé, en el que detallan los diferentes cambios que se han producido en el concurso de este año para acabar recordando que a Sabina solo se le ha visto por el teatro "un día de quinientas noches". En el segundo cuentan que viven de la naturaleza y con todo lo que les proporciona, aunque las bebidas "voy a comprármelas al Mercadona".
Con el popurrí dan ganas de dejar todo e irse a vivir a la naturaleza... pero acompañados de una agrupación que puso a bailar incluso a Miguel Ángel Fuertes entre bambalinas. Han vuelto a llegar al final del concurso, y siguen creciendo.