Con su peculiar estilo que Miguel Choza trae este año criticón y amargado, el bueno de José Saborido, personaje al que encarnan durante el repertorio, dejó bien claro desde la presentación que llegaba dispuesto a poner el teatro patas arriba con las pegas e inconvenientes que a todo le encontraba.
En el primer pasodoble cantaron que tampoco les gusta que en la sociedad de hoy haya cada vez menos niños, una letra que sirvió además para denunciar la decadente sociedad de hoy en día. El segundo pasodoble denunció el abandono en el que vive Cádiz cuando pasa carnavales.
Los cuplés fueron para María Teresa Campos, el primero, y para el público de Cuartos, el segundo. Buen pase.
