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El Puerto

De la Encina, solo ante el peligro

Una semana después de hacerse añicos el tripartito, ahora las bases de Izquierda Unida sopesan romper el pacto con el PSOE

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La política actual se está convirtiendo en una prueba compleja y difícil de entender en cualquiera de sus vertientes. Nuevas maneras y nuevos retos que se pretenden imponer, pero que por más piezas que se dispongan, pocos visos de solución se vislumbran en el horizonte.

Nada más que hay que ver cómo a nivel nacional han pasado hasta seis meses sin que haya un Gobierno que deje la interinidad para asumir por entero la estabilidad necesaria de gobernar. 

El 26-J ya avisa de otra coyuntura; todavía por ver qué abanico se ofrece de nuevo ahora. En El Puerto, la situación, una semana después del golpe de autoridad del alcalde David de la Encina, aún se digiere, o eso se pretende, porque pocas o ninguna perspectivas de cambios se intuyen. 

La rueda de prensa que se ofreció minutos después del cese fulminante de parte de los socios de Gobierno (Levantemos El Puerto), se fue interpretando con el pasar del tiempo, dando mayores análisis del que en un principio se podía prever. 

La facilidad explicativa, de oratoria y de contundencia ofrecida por el alcalde David de la Encina -más animoso los días posteriores tras la decisión tomada- contrastó, por el contrario, con la seriedad, en el inhábil discurso del que se parapetó en sus comentarios, nada nuevo, de Antonio Fernández y con las maniobras que se vienen dando.

El concejal de Urbanismo y primer teniente de alcalde (IU) se mostró incómodo, casi ausente y superado por el momento. Difirió mucho con la relajación de sus compañeros socialistas que sí manifestaron digerir mejor el nuevo escenario que se presenta a partir de ahora.  

Otra vez de baja

Eso fue por la mañana, por la tarde (jueves 9), la asamblea celebrada en la sede de Izquierda Unida difirió, igualmente, a la ofrecida por la bancada socialista. El respaldo y la decisión tomada sí hallaron un compromiso con su líder y estos gestos internos y públicos  incluso llegaron a través de una nota de prensa de su Gabinete horas más tarde. 

En el todavía socio de Gobierno, ni una cosa ni la otra. Nada de nada. Diferencias. Malas caras y diversidad de opiniones que ilustraron una preocupación cuanto menos evidente. Tal es así que debió suspenderse ante el cariz que tomó el acto asambleario.

Con el órgano directivo de la formación en su comité, ahora sí, en un nuevo encuentro únicamente con los pesos pesados del partido, afirmaron unidad y compromiso, garantizando la estabilidad del actual Gobierno municipal en estos momentos, si bien recalcan “el debate político que debemos tener en nuestra asamblea ante la próxima reorganización del Gobierno” puede marcar otro sino bien diferente.   
 
Mal ambiente

Si Levantemos El Puerto, en su decisión consecuente de no estar presente en la Junta de Gobierno Local le valió la expulsión del tripartito, la decisión contraria la ha encontrado con el que también se ha manifestado contrario a la decisión de la construcción de los aparcamientos subterráneos, pero sí ha tenido que asumir sus responsabilidades políticas y judiciales.  

Como máximo responsable de Urbanismo, la firma en la licencia de obras era una cuestión supeditada a no incurrir en prevaricación. Las consecuencias ante la oposición y negarse a ello hubiese dado con un calado mucho más que un mero formulismo administrativo.

Las opiniones encontradas entre las bases de Izquierda Unida chocan con el compromiso y las obligaciones de los que sí tienen un cometido municipal como son sus concejales y con más razón con su número 1, Antonio Fernández.   

Precisamente, la firma de la licencia de obras de Pozos Dulces se pospuso –tal y como ya publicamos el 27 de mayo- tras la baja otorgada por paternidad y en la que el propio alcalde retiró del orden de día de la Junta de Gobierno Local en su punto número 7. 

Las presiones tanto de las bases como del propio Podemos -recordar que IU ha sido absorbida por estos con motivo de las elecciones Generales- inciden aún más en la inestabilidad local.

Distribución de las concejalías

Con respecto a la redistribución de las concejalías tras el cese de los ediles de Levantemos, el alcalde explica que “vamos a plantear a fondo una reestructuración de las áreas municipales con la debida profundidad y análisis”. “No será inmediata”, según informa David de la Encina, quien estima que un par de semanas “podamos tener un planteamiento debidamente planteado e informado, y por supuesto tratado con la responsabilidad que requiere”.

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