El tiempo en: Sevilla

El Puerto

Objetivo: Resucitar el Racing Portuense

Un grupo de aficionados, en un arranque de sentimentalismo, sueñan con reactivarlo y ya negocian las condiciones de recuperarlo

Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
  • Nuevo capítulo -
  • El 12 de mayo de 2013 disputó su último partido en el Cuvillo y en el cuarto año sin jugar busca luz
  • Con una deuda más asumible y unas nuevas condiciones, intentan reconducir la situación
  • La otrora ilocalizable administradora concursal, es, según estos, la que marcará el camino

El sentimentalismo es una cuestión que no entiende de utopías ni de retos que no se puedan llevar a buen puerto. Siempre ha tenido razones motivadoras para seguir creyendo y buscar un mejor sino y responder a esas expectativas.

La afectividad se ha utilizado para mediar entre el raciocinio y el corazón; la dualidad encontrada.

Nunca es tarde, y más cuando a éste le acompaña su dosis de razón en su ser, con argumentos que lo sustenten y su parte de reivindicación, que también lo tiene.

El Racing Club Portuense se encamina en su cuarta temporada sin competir, una ausencia ni explicada ni sugerida a tenor de los acontecimientos desarrollados.

Un alto pesar para unos causantes indefinidos que se pusieron de perfil en la búsqueda del perdón excusatorio del olvido. De entre estas sombras, si de algo se puede acusar de no haberse respondido a esa pasión, ha sido el oscurantismo con el que se ha movido en los últimos años.

De ese apagón hay algo que en ese rescoldo lejano y efímero es que a día de hoy el Racing Portuense no ha desaparecido. Al menos legalmente, que viendo su letanía ya es cuanto menos sorprendente y noticiable.

Es la mejor de todas las noticias que puede plasmar en su lucha de supervivencia más significativa y que sobresale sobre todas las cosas como los rumores o la desinformación.  Aún no ha desaparecido.

Que no está muerto. Tiene vida. Y siempre la tendrá en su historia, la imborrable que subyace entre sus aficionados.

Los que palpitan en sus ramalazos latidos, escasos, por agarrarse a un clavo ardiendo de que la realidad cambiará y dará un vuelco a su largo y penoso penar. Uno grupo de aficionados que pretenden encontrar más allá de cifras y de responsabilidades judiciales, el camino de reactivar y resucitar a un club que se mueve entre la nebulosa y el limbo administrativo y que desea volver a recuperar el tiempo perdido.

Eso sí, los detalles, como en todo lo que envuelve a esta entidad, es cuasi secreto de sumario, abstracto, indefinible en su definición y en su hoja de ruta que reflote la nave. 

Con deudas asumidas por el FOGASA (Fondo de Garantía Salarial) que se hizo cargo de buena parte de los contratos y con un calendario de pagos que han revertido en buena parte de los reclamantes, ahora, con una deuda más adelgazada y manejable, el grupo selecto de aficionados pretenden convencer de una viabilidad que hasta hace bien poco era utópica e irrealizable.

Al parecer, y según estos mismos racinguistas de pro, reconocen que han mantenido “muchas reuniones” con la hasta entonces ilocalizable administradora concursal. La que, y en boca de estos, la que va a marcar la línea a seguir y el cómo y dónde abonar lo que aún resta por pagar.

Querer ver un halo de esperanza en un nuevo capítulo que suspira por seguir alargando una historia con las que cuenta demasiados imponderables, buenas intenciones (y malas) y mucha fe. Demasiada.

La ruina de una joya llamada Cuvillo

Fue el activo más codiciado para a través de él ser un centro urbanístico. Su imposibilidad arrastró hasta la ruina una deuda inasumible para un club modesto que creyó haber encontrado a su mecenas particular.

Desde entonces, el desplome del estadio José del Cuvillo es la viva imagen de la descomposición de un recinto que con 47 años de existencia ha sido el objeto de deseo para su explotación.

“Hemos tenido reuniones con algún grupo inversor interesados en traer allí un club de fútbol que pudiera tener su campo allí mediante un convenio con la ciudad. Esa gestión no ha fructificado, era muy complicada de hacer”, reconocía el propio alcalde a preguntas de este medio meses atrás.

Recuperar la propiedad municipal sigue siendo objetivo del Ayuntamiento que aguarda poderlo recuperar algún día.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN