La mentalidad es un factor propio del fútbol que hace decantar de una u otra parte de la balanza los resultados y que complica o alienta según se mire. El Recre Portuense se encuentra en ese camino, entre el que no pierde pero tampoco gana. Un querer y no poder.
Al menos así lo dicen los resultados, los que no terminan de acompañar a los recreativistas. Un equipo abonado al eterno empate. Ocho dan buena muestra de su argumentario y es por ello que este viernes, en partido adelantado en el Marcos Monge, tiene ante sí un doble reto, vencer a su rival y ganarse la confianza del que debe a toda costa seguir confiando para voltear su participación en la Liga.
Y es que desde que venciera el 5 de noviembre a la Roteña (2-0), en su tercer triunfo liguero, no sabe lo que es ganar.
Un mes de dudas y de sombras que agrandan el descontento ante resultados que no acompañan.
Levantó un 2-0
Esa misma mentalidad no fue óbice para sacar un punto de oro ante el Jerez Industrial en La Juventud cuando perdía en el tramo final 2-1 y empataba un encuentro que se creía casi perdido.
Su pujanza y sus sensaciones deben confirmarse ante el Tesorillo (viernes a las 16.00 horas) que no gana desde octubre. Una prueba de oro para reencontrarse y hacerse con tres puntos tan necesarios como esperanzadores.